En estos meses de crisis se vendió por once millones de dólares un cuadro de la brasileña Tarsila do Amaral. A principios del siglo XX el poeta Mario de Andrade anotó sobre ella: “Dentro de la historia de la pintura ella fue la primera que logró una obra de realidad nacional”. Ella logró interpretar los paisajes con una aguda observación de la naturaleza y extender el brillo del sol a un color local. Ella en sus recuerdos de infancia en una estancia paulista, recogida en su verdad interior, logró armar unas formas insólitas -hasta podemos pensar en Surrealismo- donde las imágenes llevan la fuerza de una verdad inédita.
Abaporu, 1928
Para interpretar de una forma adecuada a Tarsila (como la llaman en Brasil), tenemos que trasportarnos a los años 20 cuando empiezan las conmemoraciones del Centenario de la Independencia en 1922. El lugar común era proyectar la “raza” de un país mestizo. Brasil buscaba en sentido de la identidad que proyectara el orgullo de su pertenencia que se concebía como un todo: desde la música con la incorporación gradual de los ritmos populares, la modernidad en la arquitectura y la diversidad de la literatura. Ella llegó obviamente a las artes plásticas como su líder.
Este movimiento modernista buscaba interpretar los dos mundo de Brasil: el de la población marginada de siempre y el Brasil progresista que apuntaba al futuro.
Antropofagia,1929
Todo este movimiento “modernista” fue liderado, entre otras por Oswald de Andrade que basó la renovación y el renacimiento de una vida propia. Y Tarsila, lo interpretó con audacia. Ella creó la denominada “pau-brasil” mientras se declaraba que lo nuevo viene de todo lo que se asimila en una “antropofagia”. Que significa poder entender las otras tendencias, se dijeren y sale las nuevas propuestas propias de las expresiones de la época y de donde resultan mundos que buscan una nueva salida a la representación de lo no convencional.
Tarsila pensaba que el arte moderno es universal porque sigue las formas que llevan una fuerza creativa original.
Tarsila do Amaral fue a estudiar a Francia a la Academie Julian en Paris en 1921- 1922, y estuvo ante todas las tendencias de la época que incluye al Cubismo que seguirán de cerca sus contemporáneos brasileños. Pero ella propone creer en un instrumento de la liberación como método de trabajo. Que es una clave de su obra. Su personalidad y una disciplina de investigación fue desarrollada con gran independencia en una vida de trabajo.
Tarsila do Amaral, Autorretrato, 1923
Tarsila do Amaral nace en una finca cafetera el 1 de septiembre de 1886 y fallece un 17 de en enero en Sao Paulo. Su trabajo no fue reconocido hasta los 60, pero hoy triunfa.