Una mujer que presta plata para mercar

Una mujer que presta plata para mercar

Guillermina es la creadora de "Merquemos Juntos".

Por: Luis Celis para Red Prodepaz
julio 09, 2013
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Una mujer que presta plata para mercar

“Me llamo Guillermina Hernández. Quiero iniciar este relato, contándoles que en 1992 les propuse a unas vecinas y amigas de los barrios nororientales de Barrancabermeja que juntáramos los pocos pesitos que teníamos para la comida de la familia y nos fuéramos a mercar juntas. Si comprábamos por medias arrobas y directamente en la mayorista, sería mucho más favorable, porque podríamos sobrellevar de mejor manera las penurias. Y así fue. Las que iniciamos fuimos Carlota Ruidiaz, Aidé Galván, Celina Lozano, Lucelly Jiménez Llano, Francina Tolosa, Marielita Pérez (QEPD), Rosalba Meriño, Ana Dolores de Olave, Rosalba Gómez, Bertha Archila (QEPD), Enaida Martínez y yo”.

Guillermina Hernández de Badillo llegó a Barrancabermeja hace 52 años buscando educación para sus hijos. Se encontró con una población pequeña y muy llamativa para los habitantes de toda la región del Magdalena Medio y del país por ser el enclave de una importante industria petrolera, que a su vez era el epicentro de una dura y desgarradora violencia, que enfrentaba guerrillas retadoras de un orden social, contra las instituciones estatales y su aliado, el paramilitarismo.

Guillermina quería que sus hijos tuvieran educación, que no fueran analfabetas como ella y por eso decidió mudarse a Barrancabermeja. A su llegada la situación fue crítica pues Víctor Daniel, su esposo, estaba enfermo y era ella quien tenía que hacerse cargo de la casa. Viajaba con cierta regularidad a la finca que tenían en Zarzal, a organizar lo que la finca daba y a atender sus labores de partera, enfermera y consejera familiar.

Pero los únicos que recibieron educación no fueron sus hijos, con tan solo tres años de primaria, Guillermina se incorporó a un programa de la parroquia: “entre los años de 1973 a 1976 me alfabeticé y me capacité en artes manuales: sastrería, camisería, modistería, de lo cual hice los tres niveles y en el manejo de máquinas planas. En todo este proceso me nombraron coordinadora de los clubes de “amas de casa”.

Para Guillermina la comunidad es lo más importante, como creyente y practicante total dice que ha aprendido de los sacerdotes a dar sin esperar nada a cambio. Empezó trabajando en la Organización Femenina Popular en el año 1979, ese mismo año realizaron un convenio con el Bienestar Familiar y fundaron 6 casas vecinales, brindándole atención a 120 personas y creando 18 empleos. Uno de esos empleos fue para su esposo Víctor Daniel, que ya se encontraba más recuperado de su enfermedad.

A Guillermina por su liderazgo, dedicación y compromiso con la acción comunitaria, le ofrecen trabajar en la Pastoral Social de Barrancabermeja, con la cual viajó a Brasil en el año 1980 para participar en el congreso Ecuménico, que se llevo a cabo en Sao Paulo, esto como resultado de un trabajo realizado en Pastoral Social, con las comunidades eclesiásticas de base. En 1990 se terminaron los proyectos de ayudas internacionales con Pastoral Social, y la mayoría de las personas que no desempeñaban trabajo de oficina, sino en la comunidad, no pudieron seguir trabajando como Pastoral Social, ya que el presupuesto se acabó.

Sin embargo las necesidades en los barrios seguían latentes y cada día peores. La violencia en Barrancabermeja aumentaba. En el sector nororiental de la ciudad se ha venido concentrando geográficamente la pobreza y se ha constituido lo que algunos especialistas denominan “territorios de la relegación”: aquellos donde se agudiza la privación material y la marginación económica y cultural.

Guillermina vivía en ese mismo sector –la Comuna Nororiental- “las quejas y los reclamos de la comunidad nos llegaban a diario y con salario o sin él, los problemas son nuestros y debemos buscar solución; así nos encontremos solos.

En 1992 doce mujeres lideradas por Guillermina iniciaron la experiencia de “Merquemos Juntos” tarea nada fácil en medio de tanto desempleo, sin iniciativas productivas para generar ingresos y con tanta violencia campeando en la Comuna Nororiental de Barrancabermeja. Iniciaron 12 familias que mercaban por medias arrobas y directamente en la mayorista. Se fía un mercado y la familia debe pagarlo para poder recibir otro crédito. Con la ayuda de la parroquia del Señor de los Milagros la iniciativa fue creciendo y para el 2013 ya había 120 familias de la Comuna Nororiental.

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La Asociación Merquemos Juntos también cuenta con panadería propia.

Guillermina lideró la construcción de una sede para la Asociación de Desarrollo Comunitario “Merquemos Juntos”. Propuso la compra de una vieja casa-lote, y logró el apoyo del PNUD para comprarla. Luego la entidad francesa Secours Catholique apoyó la primera planta, la Embajada de Japón la segunda planta y la Unión Europea, desde el Programa de Laboratorio de Paz, la tercera planta.

En noviembre de 2011 Merquemos juntos ganó el Premio Nacional de Paz y hoy es el banco más solicitado para microcréditos. No solo en la comuna nororiental de Barrancabermeja, sino en otros municipios del Magdalena Medio como Aguachica y Sabana de Torres. Lo que empezó con doce señoras que en ese entonces padecían la miseria hoy es una entidad que presta hasta 200 millones de pesos al mes en créditos que pueden ir desde los 200.000 hasta 6 millones de pesos.

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Guillermina presentándole el programa Merquemos Juntos a Sergio Fajardo. Foto tomada del Flickr de Sergio Fajardo.

Guillermina es la líder de una iniciativa colectiva. Carácter, corazón, capacidad de trabajo, vocación para vivir y sentir las necesidades de los otros, así ha sido su vida y en ella encontró la razón de ser, su familia, sus amigas, los párrocos con quienes construyó una hermandad de vida. A todos motivó con ese espíritu emprendedor y dinámico.

Barrancabermeja trata de salir del yugo de todas las violencias y de dejar atrás la pobreza. Guillermina ha vivido todas las bondades, tristezas y oportunidades de una tierra a la que llegó hace 52 años.

Hoy le rendimos un homenaje a esta líder, de quien hay una vida para admirar, aprender y honrar.

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