Dentro de contexto de inferioridad con el mundo que vive Colombia, donde en un solo lugar ser pueden vivir millones de experiencias. La digitalización comienza a tener más fuerza, cada vez son más los lugares donde se ofrece WI-FI, donde las ventas son por internet, al igual que el amplio auge de la telefonía móvil con conexión 3 y 4G.
Este desarrollo de la industria de la Internet no se detiene y aumenta a cada momento, es tan diverso este desarrollo que utilizando las plataformas y aplicaciones, las masas se movilizan. Es el caso de las redes sociales como Twitter y Facebook, las cuales en Colombia tienen un gran auge y acogida por parte de los usuarios. En este contexto, los medios tradicionales como la televisión han perdido poder, lo que ha empoderado a las masas a consumir sus propios contenidos, basados en el concepto de acceder a la información en cualquier momento o lugar.
Gracias a las redes sociales hoy las plazas de Bolívar en Colombia se llenan, las manifestaciones no se hacen esperar y llegan a tener un número impensado de participantes. Un buen ejemplo puede ser la marcha del 4 de febrero de 2008 donde unos jóvenes parados en un concepto de país, invitaron a una marcha utilizando Facebook, logrando que fuera una de las movilizaciones más grandes en la historia colombiana. Para esta marcha se mezclaron dos cosas importantes, la chispa y la paja, ya que fue en las redes sociales donde las masas conocieron la existencia de la marcha y al ser tan grande la acogida, los medios privados tradicionales que compartían ese mismo espíritu, promocionaron la movilización logrando el número de participantes que ya alguna vez se mencionó.
Este hecho más allá de la movilización genero una dinámica interesante entre el poder de la revolución digital y los medios privados tradicionales que tiene hoy y han tenido los niveles de audiencia más altos, ya que logro una unión entre la televisión tradicional que está condenada a desaparecer y las nuevas medias digitales. Y es que volviendo al apartado inicial, nuestro tercer mundismo hace que el proceso revolucionario de los medios sea muy lento y tormentoso, ya que los grandes capitales financieros están invertidos en los medios tradicionales otorgándoles gran poder. Sin embargo, vivimos una nueva época, la de la revolución digital, donde las redes sociales y la comunicación por nodos virtuales empoderan a las masas y hacen que estas salgan a las calles a manifestarse en contra o favor de algo.
Otro ejemplo de movilizaciones que muestra como la revolución se está tomando a los medios lo estamos viviendo en este momento, cuando el Procurador General de la Nación dicta un fallo que en mi criterio destruye las vías democráticas, y hace que las personas que no estamos de acuerdo con esta iniciativa utilicemos de nuevo nuestros medios con el Twitter #petronoseva donde las personas expresan todas sus ideas, crean propuestas e incentivan a los demás usuarios de la red a movilizarse saliendo a protestar a la Plaza de Bolívar con el objetivo de empoderar al Alcalde de Bogotá.
Si bien este echo tiene relevancia en la sociedad bogotana, sirve como ejemplo para demostrar lo poderosos que aún son los medios tradicionales. Ya que utilizando solo lo que la revolución digital nos brinda, se han llenado dos veces la emblemática Plaza de Bolívar. Pero para un echo de gran magnitud el #petronoseva o #petroestamoscontigo se ha quedado pequeño, por lo que demuestra una vez más que el poder mediático en Colombia está empezando a cambiar de manos.
Es un triunfo para todos los que creemos en la revolución digital que en estos días de oscuridad democrática, se hayan movilizado las personas con tanto ánimo y entrega por una causa digna. No solo en las calles está presente la movilización a favor del alcalde, también en redes como Facebook existe una gran movilización apoyando la gestión de Alejandro Ordóñez que es muy válida y tiene también sus argumentos de peso.
Está claro que todo este alboroto en manos de los medios tradicionales jamás se hubiera logrado, es la revolución digital la que nos empodera como ciudadanos para mostrar nuestras opiniones sobre algún echo. En este caso de Bogotá la movilización es digital, y son estos medios los que al final del día logren una conclusión conjunta sobre lo que pasa en la ciudad. Toca darle las gracias a las redes porque han permitido fortalecer los caminos del dialogo y el debate sobre todos los acontecimientos de la vida nacional, y son estas redes las que de a poco lograrán cambiar el mapa de los medios tradicionales dejándonos el poder de información y movilización a nosotros "la sociedad".