Aunque Juan Carlos Calderón España es de origen huilense actúa como veedor ciudadano desde Bogotá, interviniendo en todo tipo de casos, muchos de éstos con repercusión política, aunque autodefine sus intereses en los temas ambientales. Fue un documento que Calderón España le envió a Felipe Córdoba pidiéndole control presente sobre el caso del proyecto hidroeléctrico de Hidroituango lo que puso en manos del contralor la investigación que tenía enredada la candidatura de Sergio Fajardo, pero que logró esclarecer gracias a que la aseguradora Mapfre pagará los 4 billones de pesos.
Hasta antes de esta solicitud el caso Hidroituango estaba en manos de la contraloría departamental, sin jurisdicción de Córdoba. No se trataba de una decisión menor, y este es uno de los argumentos del precandidato presidencial para señalar la presunta intencionalidad política del Contralor, más allá de su lupa vigilante de los recursos públicos.
Calderón España no es un ciudadano desconocido en la Controlaría, es cercano al círculo de Felipe Córdoba, quien aceptó escribir el prólogo de su libro El Veedor: control social, medios y democracia. Se trata de una publicación presentada con una ampulosa portada con una foto de primer plano de un Calderón España empoderado auto tildándose El Veedor, en la que apologéticamente describe la trayectoria de su oficio, resaltando casos con repercusión política alrededor de personajes nacionales.
El Veedor, el libro de Juan Carlos Calderón al que el contralor Córdoba le dedicó un prólogo
Menciona explícitamente su rol en la pérdida de la curul a la Cámara de Representante de Ángela María Robledo por doble militancia. A esto se le suma, su intento, sin resultados, por quitarle la curul a Jorge Rozo de Cambio Radical y Horacio José Serpa del partido Liberal. Calderón no es abogado y se inclina por , los casos con efectos mediáticos. Al fin y al cabo comunicador social de formación. Se define experto en el tema de pérdida de curules a congresistas al punto de dictar charlas y conferencias sobre cómo tener éxito en denuncias que saquen del cargo a funcionarios elegidos. La entrada a los eventos que organiza tienen un valor de $150 mil por cupo.
En 2018, Calderón España le lanzó un invaluable salvavidas al contralor Felipe Córdoba cuando una demanda ante el Consejo de Estado del abogado Wilton Palacios solicitaba anular su elección en el Congreso. El veedor intervino en la defensa de la elección de Córdoba y fue una ponencia del magistrado Carlos Moreno, el que enterró el caso. El mismo magistrado que defendió la pérdida de la curul de la representante Angela María Robledo por doble militancia y que el veedor se atribuye en el su libro como gran triunfo suyo.
La interlocución cotidiana del veedor Calderón, y que es cotidiana, la tiene con la mano derecha del Contralor Córdoba: el delegado para la Participación Ciudadana Luis Carlos Pineda, uno de los candidatos a sucederlo en el alto cargo.
El Contralor y otros dos alfiles que podrían sucederlo en el 2022
Las visitas y reuniones asiduas a la calle 26 donde opera el ente de la control las reconoció el propio Calderón España en entrevista radial en La W. El precandidato presidencial Sergio Fajardo, decidió romper su silencio y poner sobre la mesa y señaló inconsistencias en la investigación y recolar sus lazos políticos con contradictores políticos del exgobernador de Antioquia. Además de su historia en la política local de Pereira, fue mano derecha y secretario privado de Germán Vargas durante su campaña electoral del 2018 y ha sido cercano al expresidente Gaviria, coterráneo y clave en su elección en el Congreso para la contraloría, a la que se postuló una vez se hundió la aspiración presidencial de Vagas Lleras. Según las denuncias de Fajardo, Juan Carlos Calderón España hizo la tarea y puso en bandeja de plata su nombre para atajar su candidatura presidencial. El precandidato quien forma parte de la Coalición de Centro Esperanza, elevará su caso a la Comisión interamericana de derechos humanos en Washington, que ya falló en favor de Gustavo Petro cuando el exprocurador Alejandro Ordóñez intentó vulnerarle sus derechos como alcalde electo. Un precedente que puede favorecerlo.
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