El alcalde Jorge Iván Ospina movió a Fulvio Leonardo Soto de la Secretaría Hacienda a Emcali con un cálculo claro. Fue el arquitecto de la movida para conseguir el empréstito de $ 650 mil millones que le aprobó el Consejo como un cheque en blanco y sobre el cual está girando.
El empréstito que él patinó con ayuda de consultores barranquilleros se convirtió en el mayor cheque en blanco conseguido por un alcalde a él. Con cargo a esos recursos la administración municipal firmó 19 contratos para proyectos que no estaban contemplados en el Plan de Desarrollo y que hoy despiertan toda suerte de suspicacias, críticas y denuncias.
Entre las obras contratadas, cuyas condiciones suelen cambiar sobre la marcha, se encuentran dos fases del Ecoparque Cristo Rey, el Boulevard Cauquita, un proyecto para la apertura de cupos para 7.000 estudiantes y proyectos habitacionales que han sido presentados por la Alcaldía como reflejo del rostro social del gasto público.
Sin embargo, hay otros contratos que no han resistido análisis mayores. Uno de ellos es el rediseño del sistema de transporte MIO, parte de cuya infraestructura física fue destruida durante el paro cívico de 2021. El proyecto se ha ejecutado en asocio con EMCALI y ha merecido reparos porque las pólizas no ofrecen la cobertura necesaria.
Otro contrato merodeado por el fantasma de los sobrecostos es el Catastro Multipropósito al que le fueron destinados recursos por $28.000 que estarían excediendo de lejos los precios del mercado. En la misma categoría estaría el proyecto de reconstrucción el tejido social de Santiago de Cali después de la pandemia. Con inversiones que oscilan entre los $3.500 millones y los $4.000 millones solo hay rastro en el SECOP –la plataforma de contratación pública- de tres conferencias ofrecidas por especialistas en el tema.
Las lupas de veedores y de la ciudadanía se dirigen hacia el contrato por $89.000 para la reconstrucción y ampliación de la malla vial. Varios de esos negocios han generado divisiones y peleas entre las bancadas del Concejo, cuando en los pocos concursos de oferentes y licitaciones algunos de los proponentes tienen padrinos políticos allí.
El nombramiento de Soto en Emcali claramente viene pensado como un as bajo la manga del alcalde Ospina quien sigue teniendo mayoría en la junta de la golpeada empresa de servicios públicos de la ciudad, cuyo cuestionado manejo ya tiró a la lona a su anterior gerente Juan Diego Flórez de la cuerda del exgobernador Juan Carlos Abadía y el hermano del alcalde Mauricio Ospina.