Hace apenas unas semanas las noticias eran desalentadoras: la salud de Gloria Cecilia Narváez no era la mejor. La monja colombiana, secuestrada hace 4 años y 8 meses en Malí, estaba débil. Sin embargo, la Presidencia del país africano acaba de confirmar la liberación de Narváez, que se encontraba capturada por Al Qaeda.
Libération ce jour 09 Octobre de la sœur religieuse Colombienne Gloria NARVAEZ. Elle avait été enlevée le 7 février 2017 à Karangasso, dans le cercle de Koutiala à la frontière entre le Mali et le Burkina Faso.
La Présidence du Mali salue le courage et la bravoure de la sœur. pic.twitter.com/xIDiIhzjMR— Presidence Mali (@PresidenceMali) October 9, 2021
Edith Blais, una canadiense que compartió 5 meses de cautiverio con la monja colombiana Gloria Cecilia Narváez, quien fue secuestrada por un grupo yihadista en febrero de 2017 en Malí, escapó de su cautiverio y hoy, desde la seguridad de estar en su propia nación Canadá, relata aquellos días y condiciones en las que conoció a Narváez, de quien se refirió como ‘una gran mujer, profundamente abnegada’. Blais fue secuestrada en Burkina Faso, en diciembre de 2018, por hombres del Grupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes, GSIM. En marzo del 2020, Edith escapó y logró ponerse a salvo.
La canadiense escribió una carta en la que hizo referencia a la Colombiana. En dicho escrito, aseguró que Gloria fue de gran ayuda para ella en el momento de sobrellevar las difíciles situaciones que le trajeron el secuestro a su vida. Según Blais, la hermana colombiana compartió ‘todo’ con ella. “Me entristece saber que es precisamente esta característica la que la llevó a este infierno”, se lee en el escrito de Edith que llegó a manos del padre Pierluigi Maccalli, a través de la agencia ‘Fides’. El hombre también fue secuestrado por islamistas, el 17 de septiembre de 2018, y fue liberado el 8 de octubre de 2020.
“¿Qué podemos hacer todos juntos para ayudar a la hermana Gloria Cecilia Narváez en manos de los secuestradores desde hace 4 años y 8 meses?”, planteó Blais, quien, a su vez, resaltó la labor de la hermana, originaria de Pasto. “Ha dedicado su vida a ayudar a los demás, yendo a países pobres y peligrosos para apoyar a las mujeres y cuidar de la salud de niños pequeños que probablemente no habrían sobrevivido sin esta benevolencia”, agregó.
En la misiva, Blais detalló lo que pasó el día del secuestro de la hermana colombiana: “Estaba trabajando en un orfanato cuando un grupo de rebeldes irrumpió exigiendo dinero. Por desgracia, las mujeres que trabajan allí no tenían lo que buscaban los terroristas, ya que vivían casi sin nada (...) temiendo que los agresores hicieran daño a sus compañeras, les rogó que la eligieran a ella si querían dañar a una de ellas, porque era la mayor de las cuatro. La escucharon y escaparon del orfanato llevándola con ellos, adentrándose en el desierto en sus motos”, se lee en el relato.
Según dijo en ese momento, el estado físico y emocional de Gloria Cecilia Narváez, hasta donde se enteró Edith, no era el mejor. La colombiana estaría ‘profundamente afectada’ por el síndrome de estrés postraumático. “(...) está sola. El sufrimiento que siente es grande, pero se mantiene fuerte y no pierde la esperanza (...) Siempre ha mantenido su fe en Dios, en la vida, en la humanidad".
El hermano de la religiosa colombiana, Édgar Narváez, se había pronunciado el pasado mes de julio por cuenta de un mensaje que llegó de Gloria Cecilia en el que manifestaba la esperanza de la hermana de volver a la libertad: “Envío mis más cordiales saludos a todos. Que el buen Dios los bendiga y les conceda salud. He estado presa durante cuatro años, y ahora estoy con un nuevo grupo (...) Que todos recen mucho por mí. Que Dios los bendiga a todos. Espero que Dios me ayude a recuperar mi libertad. Tu cariñosa hermana, Gloria”.
Y al fin llegó la anhelada libertad.