A raíz del asesinato del abogado Javier Ordóñez en Bogotá han salido a luz nuevos casos de abuso policial en otras partes del territorio colombiano; situaciones que revelan que las extralimitaciones por parte de agentes hacia civiles desarmados y reducidos parecen ser sistemáticas.
El caso de Javier Ordóñez desató una oleada de indignación y manifestaciones violentas gracias a que fue documentado en video por otro ciudadano y difundido en redes. ¿Pero qué pasa cuando no hay un video que evidencie el abuso? Y más importante aún, ¿por qué no hay cámaras de seguridad en algunas estaciones de policía municipales?
El pasado 26 de julio, entre las nueve y diez de la noche, en el municipio de Arboletes (Antioquia), Juan Luis Guzmán González, un joven bullerenguero, estudiante de ingeniería agrónoma y de 21 años de edad, tuvo una acalorada discusión con unos vecinos, que llegó a los golpes, por lo que se llamó a la policía para que controlara la situación.
El joven fue reducido, esposado y trasladado en la patrulla hacia la única estación de policía del pequeño municipio antioqueño. Su hermana Juliana Guzmán asegura que cuando llegó a verlo para llevarle algo de ropa y mantas, pues pasaría la noche bajo custodia, no le permitieron entrar. Además, afirma que su hermano le pedía a gritos desde adentro que grabara con su celular porque estaba siendo violentado por los agentes de policía.
Veinte minutos después, la familia de Juan Luis recibió la noticia de que el joven yacía sin vida en el Hospital Pedro Nel Cardona de Arboletes. Los policías aseguraron que Juan Luis amarró un bóxer (ropa interior masculina) en uno de los barrotes del calabozo y se suspendió del cuello hasta que murió. Esta versión no convenció a los familiares, pues suscita muchas preguntas y contradicciones que cuestionan la verosimilitud de que algo como eso haya sucedido en la presencia de tantos policías en tan corto tiempo. Los agentes aseguraron que él mismo se propinaba golpes contra las paredes antes de su ahorcamiento.
Cuando llegaron agentes de la Dijin a inspeccionar el cuerpo en la morgue del hospital, los familiares vieron cómo los agentes de inspección dejaron caer el cuerpo del joven de la camilla al piso, lo que pudo haberle provocado heridas post mortem, esto seguramente con la intención de entorpecer las evidencias en futura autopsia. En video quedó registrado cómo los agentes de la Dijin continuaron con la inspección en el suelo, sin el mayor respeto por sus familiares que presenciaron el hecho.
Al día de hoy, a dos meses del deceso, los familiares del joven Juan Luis no conocen el parte de Medicina Legal y no han podido entablar una denuncia penal debido a que no hay servicio en la fiscalía local por la pandemia. No saben, de hecho, si se inició una investigación de oficio.
Se conoce que los agentes involucrados en este hecho aún siguen en servicio y que fueron trasladados a otros municipios. La alcaldía municipal tampoco se ha pronunciado al respecto de este caso. La familia solo pide celeridad en la investigación si es que tal investigación existe.