No hay secreto mejor guardado en Rusia que la vida privada de Putin. No sabemos nada, solo los leves rumores que el viento de los Urales arrastra hasta occidente. Entre ellos el más escabroso de todos fue el de la desaparición de su amante, la campeona olímpica Alina Kabaeva. Desde el 2018, cuando se supo que estaba embarazada de mellizos, no se sabe nada de ella.
Los rumores de su posible desaparición se extendieron gracias a un artículo del diario amarillista inglés The Sun. Sergei Kanev, un periodista de investigación ruso, fue el que le informó a Occidente que, dos semanas antes del nacimiento de los mellizos, las fuerzas de inteligencia al servicio del Nuevo Zar ocuparon el hospital donde estaba teniendo a los bebés y ocultaron cualquier tipo de información. Desde entonces no sabemos nada, más allá de que tuvo a los mellizos por medio de cesarea.
Putin conoció a esta múltiple medallista olímpica cuando ella tenía 17 años y representaba a Rusia en la disciplina de gimnasia ritmina. El presidente le lleva 31 años. Fue tan intensa la relación que, uno de los motivos que esgrime la prensa en Rusia de la separación que tuvo Putin con su esposa, ocurrida en el 2013 y que se hizo oficial en un descanso de una presentación del Ballet de Moscú privada en el Kremlin.
Kabaeva desapareció de la prensa al parecer por motivos de seguridad. Así lo dice The Sun: «Putin es un hombre muy reservado, ha estado escondiendo a sus dos hijas adultas bajo identidades falsas durante años. Si Alina dio a luz a sus hijos, su desaparición podría ser uno de los indicios más fuertes que apuntan a esto. Es obsesivo con la seguridad de su familia»
Con Alina tiene tres hijos el hombre fuerte de Rusia.