La Minga de los 7.000 indígenas que llegaron a Bogotá este domingo buscando ser escuchados de manera personal y directa por el Presidente de la República, no consiguieron este propósito pero si lograron la atención del país. Dejaron de ser un movimiento restringido al Cauca para que sus reclamos tuvieron un eco nacional, mostrando además la fuerza de su organización y disciplina.
Los indígenas saben esperar e insistirán, ahora desde su territorio, seguros de que mas temprano que tarde el Presidente los va escuchar.