Claro, empresa de telecomunicaciones que le pertenece a la gigante multinacional mexicana América Móvil, llegó a Colombia en 1994. Entonces se llamaba Comcel y su entrada representó una revolución para el sector en el país. En 2012, se fusiona con Telmex y desde entonces pasan a ser lo que se conoce como Claro Colombia. Hoy, son la compañía con más usuarios tanto de telefonía como de internet móvil y superan ampliamente la presencia de otros operadores como la española Movistar y la colomboluxemburguesa Tigo.
Este año cumplen 30 años en el país y la coincidencia no podía ser mayor porque justo les tocó celebrarlo con la llegada con bombos y platillos de la tecnología 5G, la cual podrán comenzar a ofrecer a partir de febrero después de haber participado en la subasta que organizó el ministro de las TIC, Mauricio Lizcano.
Dicha subasta se organizó de tal manera que los cuatro proponentes pudieran salir del recinto de Maloka con una sonrisa. Tanto a Claro como a WOM, a Movistar-Tigo y a Telecall les correspondió un bloque, pero, el más costoso le correspondió a la empresa que tiene como dueño al hombre más rico de México y de Latinoamérica, Carlos Slim.
En total son USD 500 millones los que va a invertir Carlos Slim en Colombia para lograr diferentes objetivos. El primero de ellos es renovar las licencias que ya tienen en tecnología 2G, 3G y 4G; el segundo es desplegar de una vez por todas la red 5G y el tercero es que su fibra óptica llegue a un total de 153 ciudades a lo largo del país.
De igual manera, hay otros USD 600 millones que tienen en salmuera y que podrían llegar a invertir si se cumplen con ciertos requisitos, entre los cuales se encuentran que se les garantice seguridad jurídica y territorial y que no les cambien las reglas del juego durante este proceso. En total, podría ascender a USD 1.000 millones, es decir, $ 4,4 billones el desembolso del mexicano.
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