No es un secreto que las primeras damas sean beneficiadas con los dineros públicos. Es una maña vieja que utilizan los presidentes, gobernadores, alcaldes y hasta funcionarios que despilfarran, pagándose hasta viajes millonarios en actividades que solo favorecen a quien gira y tiene poder para hacer lo que se le dé la gana con la plata del pueblo. Como pasó en Ibagué con la personera, que hoy está en el ojo del huracán colombiano de la corrupción, por gastarse el billete en lo que no le deja nada bueno a la gente que debe aceptar el uso indebido de la plata para funcionamiento.
La réplica de lo que el presidente Petro ordenó al nombrar a la primera dama su esposa, como embajadora, no le cayó muy bien ni siquiera a sus mismos electores o que acompañaron al Pacto Histórico. En campaña se dijo siempre por parte del candidato y sus seguidores que no habría corrupción y que esa era una parte del cambio que se esperaba.
Esas promesas se incumplieron cuando más de 60 millones se utilizaron por caja menor, para que la esposa del presidente fuera a enterrar a una reina, o más bien un cuerpo inerte que ya no es, ni representa nada para los pobres del mundo, dijeron los críticos y opositores de la monarquía que celebraba con bombo y maracas y gastos multimillonarios el entierro de su reina.
Lo cierto es que para el colombiano que no tiene ni mercado es algo mal hecho; seguramente en adelante se verá en las regiones el mismo ejemplo del mal manejo de los dineros que no son más que actos de corrupción.
La contraloría Petrista, seguramente aceptara y alabara o dejara pasar este delito público económico, que a ningún colombiano favorece en nada. Y como esa falta la cometió el presidente seguramente los demás empezaran a enviar a sus esposas primeras damas ( ), a seguir paseando por el mundo, realizando grandes fiestas y distracciones, diversiones familiares de los políticos, con los dineros del fisco o más bien de los que pagan impuestos que son todo el pueblo colombiano.
¿Cuántos estarán pensando en programar todo tipo de actos y premios en países donde la moneda sea dólares, euros, libras esterlinas, para poder comprarse soterradamente bienes o inversiones millonarias. Después se inventan las reformas tributarias para seguir endeudando al país y viviendo sabroso.
La procuraduría también tiene empleados alcahuetes que son responsables, y dejan pasar estos actos de corrupción porque es posible que reciban un almuercito o cualquier cosita en navidad, para quedarse calladitos; el pueblo no tiene derecho de ir a preguntar nada a quienes manejan el dinero público, porque los funcionarios se ponen bravos y contestan diciendo que no sean sapos, que porque no hacen lo mismo y dejan vivir sabroso.
¿Cuantos estarán programando hasta el año viejo en algún país donde se utilicen dólares, euros, libras esterlinas, para que al regreso, los festejados inviertan, capitalicen y vivan sabroso a costa de los pobres colombianos que si le pagan a la Dian, mientras los corruptos ocultan y no denuncian las ganancias ocasionales de esos dineros corruptos que regresan como el bumerang?
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