En 1979 el América de Cali dejaba de ser un equipo del montón al que apodaban "la mechita" y obtenía su primer titulo. Fue un 19 de diciembre, una fecha que los americanos nunca olvidarían. El técnico Gabriel Ochoa Uribe había cambiado el chip. La chequera de los Rodríguez Orejuela también. Un cartel de estrellas internacionales como Roberto Cabañas, Ricardo Gareca, Gonzalez Aquino o Julio César Falcioni, transformaron al América en uno de los equipos más poderosos del continente.
Ese año, Diego Maradona, con 19 años, acababa de ganar el campeonato mundial juvenil que se disputó en Japón. Su desempeño en Argentinos Juniors le alcanzaba ya para ser considerado uno de los mejores jugadores del mundo. Vino al país a una gira en donde aprovechó para marcar uno de los goles más impresionantes de su carrera, el que le hizo al Pereira.
Por eso los Rodríguez orejuela, dueños del América, tenían lista la chequera para pagar lo que pidieran por el crack. Fue un segundo Dorado que se nutrió con plata del narcotráfigo. William Rodriguez, hijo de Miguel, cuenta como su papá y su tío estuvieron a punto de desembolsar tres millones de dólares, una suma ridículamente grande en esa época, por tener entre sus filas al Pelusa. Acá está el relato:
— FPC (@FPC19848149) June 2, 2020