Los católicos que viven en Maicao no lo pueden entender. Tres veces al día se escucha por los altoparlantes de la mezquita un sonido gutural, milenario. La voz dice: Allahu akbar, Allahu akbar, Allahu akbar que significa “Alá es grande”. Como la mezquita de Maicao es Chiita, el llamado se hace en tres ocasiones. Si fuera sunita, la otra vertiente, se escucharía en cinco oportunidades.
La mezquita se inauguró el 17 de septiembre de 1997. Sus proporciones sorprendieron a los guajiros. El minarete de 31 metros se inyectaba en el cielo desafiando el sol perpetuo de este lugar septentrional de Colombia. En ese momento, a finales del siglo XX, había cerca de 4.000 musulmanes viviendo en ese puerto terrestre, legendario por ser un enclave comercial que vivió su época de oro durante la bonanza petrolera que pasó Venezuela en la década del setenta.
Su cercanía con Maracaibo, a dos horas y media, una de las principales ciudades de ese país, lo hacía un lugar estratégico que fue explotado hasta el hartazgo por una raza avezada a hacer comercio con los árabes. No cabía duda, la mezquita era no sólo la más importante del país, sino una de las más bellas de Latinoamérica. Mucha agua ha pasado por debajo del molino desde esa fecha.
¿Quién es el imán de la mezquita?
Veintiseis años han transcurrido desde su apertura. El imán, máxima autoridad de esta mezquita. Se llama Abdul Basit y nació en Egipto hace 72 años. Estudió teología en la Universidad Al Azhar creada en el año 988. Mientras en Occidente se vivían los pantanosos siglos de la Edad Media, Oriente vivía una época de esplendor. La Universidad Al Azhar es el reflejo de esa época. En 1988, Abdul Basit pertenecía al Ministerio de Asuntos Religiosos de Egipto y fue delegado para venir a este lugar apartado del mundo árabe.
La mezquita es él. Él fue quien designó el arquitecto para hacer una obra monumental coronada por una medialuna de cobre que, según el escritor Andrés Felipe Solano “refulge a kilómetros de distancia”. El hombre encargado del diseño fue el arquitecto Doctor Ali Namazi, pero él fue quien escogió los vitrales impresionantes que aún siguen siendo consentidos por el sol, el mármol que trajeron desde Venezuela y que sirve para contener los embates del calor en los baños y espacios interiores del templo.
La mezquita lleva más de un cuarto de siglo en Maicao, pero no ha sido obligación para Basit aprender español. Los textos que debe decir en están en árabe. Incluso, buena parte de los descendientes de los árabes que llegaron a este lugar hace casi un siglo, no entiende nada de la oración que invoca. Y eso que tiene un traductor.
Pedro Delgado Moscarella, descendiente de italiano, es un samario profesor del colegio Colombo-Arabe Dar El Arkam que tiene 27 promociones. La verdad es que después de la bonanza y con el arribo del chavismo, los musulmanes poco a poco se han ido de Maicao. Apenas hay mil. Eso sí, con la llegada de tantos hombres de estas nacionalidades a Venezuela, Maicao poco a poco vuelve a convertirse en un fortín árabe. Incluso, el actual alcalde es el controvertido Mohamad Jaafar Dasuki Hajj, quien está procesado por corrupción.
La mezquita, que había vivido olvidada por años, volvió a estar en el foco de las noticias. En la extensa visita que realizó Gustavo Petro a La Guajira, uno de los momentos complejos fue la reunión que sostuvo con el cuestionado alcalde Jaafar en el colegio contiguo a la mezquita, visita que el ministro del interior Luis Fernando Velasco justificó en este trino:
Incluso, uno de los contradictores del presidente en Twitter, Sergio Alvarán, preguntó con acidez: “Una reunión criminal. ¿El presidente Petro qué carajos hacía reunido con Mohamad Jaafar, un musulmán terrorista, extremista y a escondidas? ¿Estará buscando apoyo de organizaciones terroristas y extremistas mediorientales?”.
El presidente Gustavo Petro, incluso, se reunió con miembros de la comunidad árabe y entró unos minutos a la mezquita. Basit, el imán, no estuvo en la reunión. Fundido en sus férreas creencias, intenta estar lejos de las movidas políticas de un país que nunca ha reconocido como suyo porque para él, el único que existe es Alá.
