“La Metralleta” Cantillo, me contó su historia

“La Metralleta” Cantillo, me contó su historia

Por: Óscar Saúl Argüelles Díaz
marzo 01, 2015
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.
“La Metralleta” Cantillo, me contó su historia

Un caluroso domingo me encontré con un viejo amigo cuando visitaba a mi abuela en mi antiguo barrio, no lo veía desde los tiempos en que estudiamos el bachillerato en la Escuela Normal Superior La Hacienda, lo vi sentado en un tradicional estadero de la zona, nos miramos fijamente esperando a desenfundar nuestra memoria, me acordé de su nombre y al cabo de unos segundos nos saludamos efusivamente, sabía que había sido un crack del fútbol de barriada.

Disimuladamente saqué mi celular y lo coloqué en grabación de voz, le pregunté porque no había llegado a profesional y esto fue lo que me dijo Nelson “La Metralleta” Cantillo:

-Hoy jugué y demostré tener todavía talento, anoté un gol y coloqué un pase gol, ganamos la canasta de cerveza apostada para este partido, a pesar de las burlas de personas en la cancha del barrio quienes decían:

“Nelson está oxidado”
“No le hace gol ni al Arcoíris”
“Esa metralleta no dispara”

Después de la respectiva celebración me fui a mi casa y me encerré a llorar en el cuarto, acordándome de mis épocas de gloria en las canchas de Barranquilla, cuando los titulares de las revistas deportivas publicaban:

“Nelson La Metralleta Cantillo, la promesa del fútbol local”

“La Metralleta Cantillo el “Coco” de los arqueros en el barrio Simón Bolívar de Barranquilla”

Aún conservo estos recortes de prensa de la revista “Batacazo Deportivo”.

Era la sensación del barrio o por lo menos eso creía, a donde iba me seguían, me daban crédito en cualquier negocio, era el sex symbol de las jovencitas de la zona.

Este ambiente perjudicó mi carrera como futbolista, porque ya no quería entrenar, tomaba alcohol, consumía cocaína y marihuana, era fanático de las prostitutas y tenía sexo faltando media hora para un partido. En fin no tuve constancia ni disciplina, pero en ese momento no pensaba eso, tenía la creencia de llegar a ser un futbolista de talla internacional.

Mi madre, Etelvina Caicedo De Cantillo, me lo decía a su manera:

“Oye pelao e´ carajo, ya que no quisiste estudiar por lo menos ponle seriedad al fútbol pa´ ve´ si salimos de pobres algún día”.

Por un oído entraban esas palabras y por el otro salían. Recuerdo una vez a un técnico del Junior de Barranquilla, bajándose de su camioneta en la puerta de mi casa, solamente para invitarme a una práctica del equipo. Acepté su invitación y fui al entrenamiento, hice tres goles ese día, uno de esos goles fue de chilena y quedé con el compromiso de ir a entrenar al día siguiente, pero ese día jamás llegó.

Después de la práctica de ese día, llegué al barrio con ínfulas de celebridad, con ganas de dar autógrafos, así que exageraba mis gestos y ademanes. Seguido a eso le conté a toda la gente de la cuadra como me había ido en el entrenamiento, repetía una y otra vez la historia y cada vez le añadía algo más para quedar mejor. La euforia de mis amigos de barriada los incitó a comprar tres canillonas de Ron Blanco y al calor de las palabras se fue desapareciendo el licor y mi futuro en las canchas de Europa-.

Nelsón se tomó la ultima cerveza de la canasta, se despidió de mí y se fue caminando por el bulevar del barrio Simón Bolívar, yo esperé a que dejara de sonar la última parte de la canción "Las Cuarenta" de Rolando Laserie, que decía:

"Aprendí, aprendí que en esta vida
hay que llorar si otros lloran,
y si la murga se ríe, uno se debe reír;
no pensar, ni equivocado, ¿para qué?,
si igual se vive, y además corres el riesgo de que te bauticen gil".

Verifiqué que se hubieran grabado en el celular las palabras de Nelsón, le pagué la cuenta al dueño del Estadero “El Ipacarai” y me marché con rumbo a mi casa a escribir esta nota.

Sigue a Las2orillas.co en Google News
-.
0
Nota Ciudadana
Talento Visible: Desafíos gerenciales y sostenibilidad de organizaciones del tercer sector

Talento Visible: Desafíos gerenciales y sostenibilidad de organizaciones del tercer sector

Nota Ciudadana
El segundo no es motivo de orgullo para Colombia, es de reflexión

El segundo no es motivo de orgullo para Colombia, es de reflexión

Los comentarios son realizados por los usuarios del portal y no representan la opinión ni el pensamiento de Las2Orillas.CO
Lo invitamos a leer y a debatir de forma respetuosa.
-
comments powered by Disqus
--Publicidad--