En nuestra formación académica aprendimos a recibir los conceptos con un “respeto incuestionable”, sin poder atrevernos a analizarlos, debatirlos o complementarlos; por el hecho que fueron dados por libros o por nuestros maestros. Nos acostumbramos entonces al aprendizaje unidireccional, pasivo, bancario, del que habla Freire; un aprendizaje que no produce, no aporta y no crea nada nuevo.
De repente, la academia y la complicada realidad que nos rodea nos llama con urgencia a aportar recursos nuevos, a leer inteligentemente; uniendo conceptos o evidenciando polarizaciones, a participar en la disipación de dudas que al interior de infinidad de campos, a un prevalecen…
Aparece entonces, en nuestras manos, colocada al alcance de los profesionales de todas las disciplinas, la metodología de la investigación en la virtualidad para desarrollo del aprendizaje con contenidos interactivos, bajada de encumbrados campos de elite intelectuales, una guía metodológica que nos lleva a sentirnos totalmente posibilitados para realizar trabajos de alta calidad y utilidad para estos momentos de adversidad.
Nos plantea de manera sencilla la búsqueda del nuevo conocimiento, nos anima y empuja con pasión nueva y actitud positiva hacia este; asociándolo implícitamente con una curiosidad espontánea, confianza y experiencia lúdica. Además, acompaña al nuevo explorador, paso a paso, con consejos prácticos y útiles, a ir con certeza, avanzando en el recorrido de la creación de un nuevo aporte. Lo lleva de la mano, garantizándole un final confiable, aplicando las nuevas tecnologías de comunicación para un aprendizaje efectivo en lo virtual acortando distancias e interactuando en modelos pedagógicos sorprendentes.
Tenemos pues, con nosotros, un puente muy bien construido, entre la inhabilidad para investigar y la educación virtual; la baja autoconfianza, el recelo, la actitud negativa hacia ella y la capacidad de vivir la investigación, tocarla, sentirla, conocerla, utilizarla y aprovecharla en beneficio de todos. Un aporte que nos enseña a conocerla, a enamorarnos de ella, a hacerla nuestra cómplice y amiga, acercándola a nosotros con confianza, afecto, claridad y sencillez.
El reto del futuro inmediato es la necesidad de crear opciones mejores de calidad de vida en los diferentes espacios de la realidad humana, eso está necesariamente en manos de nuestros trabajos metodológicos de la investigación; ayudándonos estos a encontrar luces claras, concretas y objetivas, respecto al camino a seguir como solución a problemas que afecten a las poblaciones en estudio.
Por ende, sin la metodología de la investigación en la virtualidad es imposible dar pasos confiables y certeros en esta búsqueda liberadora para la humanidad, por esta razón, es importante que la investigación a través de la virtualidad se base en las TIC ( nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones), como estrategia educativa, con el fin de ser objetiva, es decir, eliminar en el investigador preferencias y sentimientos personales, para que no busque únicamente aquellos datos que le confirmen sus hipótesis; sino siga un proceso de indagación que le permita emplear todas las pruebas posibles, teniendo un control crítico de la información recogida y los procedimientos empleados.
Finalmente, una vez sistematizados los datos, estos pueden ser registrados y expresados mediante un informe o un documento de investigación, en el cual se indica la metodología utilizada y los procedimientos empleados para llegar a las conclusiones presentadas, los cuales son sustentados por la misma investigación.