Aquí en el centro de Bogotá –con énfasis en las Localidades de Santa Fe, La Candelaria y Los Mártires- hay una inocultable emergencia económica, social y ambiental, por la confluencia de varios factores –cada cual en sí mismo grave- que se retroalimentan entre sí:
- Una alta concentración de pobreza extrema de la ciudad y del país que aquí se rebusca, incluida la prostitución, incluso infantil.
- Centenares de familias de desplazados y personas solas de varias regiones, de comunidades campesinas, negras e indígenas.
- Varios focos de descomposición social, “ollas” o “cartuchos”, de adictos/enfermos constituidos en vergonzoso mercado cautivo de bandas de narcotráfico que a sus anchas manejan ese mercado de la muerte.
El Presidente Santos hace dos años, por Junio de 2013, conectado por T.V. con los Alcaldes de las principales ciudades de Colombia, anunció su “guerra frontal contra las bandas de microtráfico”, que de “micro” no tiene sino el nombre porque se trata de centenares de toneladas/día de distintas drogas que de alguna parte vienen, miles de adictos/enfermos que son su vergonzoso mercado cautivo y cifras multimillonarias de utilidades diarias que para alguna parte van.
Dijo el Presidente que en 60 días (dos meses) desarticularía esas y otras bandas. Han pasado tres años y ahora vuelve a decir lo mismo pero con otro Alcalde Mayor. Esta vez hacen operativos para desarticular las bandas del “Bronx”, “Cinco Huecos” y “San Bernardo” como si los jefes de bandas estuvieran por ahí, pero lo que sí consiguen es que ese cáncer haga metástasis -se extienda- por todo el centro y la ciudad.
¿Cuándo y cómo se acumularon tantas desgracias? ¿Acaso la Planeación Nacional, Distrital y Locales no son para “prever” y formular respuestas ante lo obvio? La Constitución de Colombia dice que los sectores vulnerables tendrán la atención prioritaria del Estado. Las mismas Iglesias, Partidos, Universidades y grandes empresas se ufanan de sus “responsabilidad social”. Quienes son los responsables de semejantes resultados. A esta cruel historia le falta el trozo no firme sino permisivo y no grande sino mezquino de los últimos cuatro Gobiernos Nacionales.
Hay preguntas -claro- pero sobretodo hay una situación que debe atenderse como un desastre porque lo es. Un desastre con víctimas fatales, much@s damnificad@s por distintos factores y responsables institucionales del orden nacional, distrital y locales que deben atender la emergencia en sus múltiples frentes y factores.
CÓMO ENFRENTAR ESTA EMERGENCIA
Idealmente -con la Declaratoria de la Emergencia económica y social- actuar de inmediato ante la crisis humanitaria del Centro de Bogotá, con –entre otros componentes- los siguientes:
- Realizar la caracterización de la vigorosa economía popular del centro, para traducirla en proyectos concretos al corto y mediano plazo, organizar la Bolsa de ofertas y demandas populares y crear la Empresa Social del Centro.
- Registro de propietari@s y arrendatari@s por sectores sociales y localidades, para soportar las iniciativas de vivienda en clave de Hábitat Digno en éste territorio del Centro de Bogotá. Valorando adecuadamente el Acuerdo 492/2007 que dice de seis (6) Proyectos Territoriales Integrales.
- Campamento en Dignidad, complejo y del tamaño del desastre humanitario. Para contener la propagación de adictos/enfermos e iniciar las valoraciones médico-odontológicas y psiquiátricas, análisis de caso, origen, situación familiar, remisiones inmediatas y destino probable.
Es ahora, en el momento justo de las decisiones locales y distritales de la Planeación que marcará nuestro destino los próximos cuatro años, cuando puede entenderse mejor lo que significa aspirar a la vida digna en cada barrio y vereda.
Es desde aquí que corresponde asumir con responsabilidad las tareas que demanda la gravedad de la situación anotada y nuestro llamado a las localidades del Centro y a la ciudad misma.
Es con nosotros con quienes debe organizarse el trabajo propuesto, asumiendo en serio que los Sectores Sociales no somos el problema sino la solución.
@EdgarMontenegr8