En 1991, Fernando Botero, el artista más universal que ha salido de Colombia, se presentaba por primera vez en la ciudad de Florencia (Italia). Estaba bastante emocionado, ya que era el único artista americano que participaba en este excepcional escenario conocido como Forte di Belvedere. Entre las exposiciones de Botero, el maestro la calificó como la más importante de su vida.
La muestra, que incluso terminó retratada en un libro de 71 páginas, contenía casi un centenar de sus más selectas obras. Las pinturas y esculturas del maestro estaban regadas por todo el jardín y recibieron notables elogios de los críticos italianos.
Entre ellos, Vittorio Sgarbi, quien entonces era considerado el crítico más famoso de Italia y destacó la enorme capacidad de Fernando Botero de combinar el arte precolombino con la influencia italiana y además hacerlo con un estilo diferente.
El éxito de la presentación de Fernando Botero en el Forte di Belvedere fue tan impresionante, que terminó extendiéndose por más semanas de las originalmente planeadas. El maestro vivía uno de sus mejores momentos, una pintura suya acababa de ser rematada en New York en 550.000 dólares, en una subasta de la casa Christie’s y pocas semanas después también llevaría sus pinturas y esculturas a Roma.
Allí presentó su trabajo en el Palacio de las Exposiciones, al lado de otras exposiciones que abarcaban los últimos 100 años. Entre ellas la muestra Los museos del Prado, que incluía selectas piezas del edificio situado a pocas cuadras del parque El Retiro de Madrid.