En medio del fenómeno de la televisión nacional en el que se repiten series y novelas ya transmitidas, nace una historia que tiene su origen en una región con olor a café y de hermosos paisajes. Desde el viejo Caldas, por allá, en la década de los sesenta, se inspira una historia con mujeres aguerridas, trajes de época y excelente factura.
Es así como La Mariposa Verde, una serie producida en el eje cafetero y que se construye con hechos históricos, recrea la historia de la mujer, luchadora y empoderada, en una época muy difícil, que sale adelante respetando sus valores y convicciones.
Este es un producto audiovisual que visibiliza el origen de los departamentos de Risaralda, Quindío y Caldas, y que permite comprender que no se necesitan ríos de sangre en la pantalla, ni el fatídico sonido de las balas para ofrecer al espectador una serie que lo atrape.
Además, es una serie sin coca y sin prostitución, que se sale del modelo ya apropiado de muchas producciones, que proyectan una realidad que ya conocemos y que gracias a los medios nacionales se mantienen fresca porque es el pan de cada día en Colombia.
Sin embargo, hay otra realidad que emerge en las montañas, mares y ríos del país, en las regiones de Colombia, porque cada región tiene una historia, tiene una cultura y hace parte del patrimonio. La Mariposa Verde retoma una de estas regiones, la estudia para poder compartir hoy doce capítulos, de veinticuatro minutos, con un excelente elenco con actores como Alejandro Buenaventura, Judy Henríquez, Laura Junco, Ricardo Henao, Carlos Peláez, Héctor García, entre otros.
La invitación está hecha: disfruten de una serie que te enamora desde el primer capítulo y compártanla.