Cada mañana al despertar, como es costumbre desde hace varios años, me levanto a ver cómo amaneció la quebrada La Marinilla al paso por mi granja. Ver el Martín Pescador, el Guaco, la Garcita Rayada, el Anda Ríos Solitario, el Coquito, la Viudita de Río, el Tiranuelo Salta Arroyo y otras de las especies de aves acuáticas que nos visitan en su faena matutina para asegurar su alimento, ha sido un regalo de vida mañanero que hemos disfrutado.
No obstante, desde hace aproximadamente seis meses este bello paisaje matutino ha cambiado, los niveles de contaminación del agua de la quebrada son evidentes y las afectaciones a la avifauna, fauna acuática y en general al entorno natural son predecibles.
Como se aprecia en las imágenes, la quebrada La Marinilla hoy presenta un paisaje desalentador, comparable con algunas imágenes que guardo en la memoria del río Bogotá, llegando al Salto del Tequendama, hace ya unos 40 años.
Hace unos 6 meses cuando lo advertimos por primera vez, dimos a conocer la situación a Cornare, como autoridad ambiental regional, con el propósito de que la entidad tomara las medidas correctivas del caso. Luego, en repetidas ocasiones y dado que las condiciones y evidencias de contaminación han persistido, hemos convocado nuevamente a los funcionarios responsables de la entidad para que observen en campo este desconsolador paisaje y para compartirles registros fotográficos de otros momentos que permiten validar la veracidad de la información suministrada.
Mi llamado nuevamente es a Cornare como autoridad ambiental regional para que en campo estudie esta problemática que sucede en "el patio de su casa", determine los niveles de contaminación que presentan las aguas de la quebrada, evalúe las causas y sus efectos desencadenantes y tome las medidas correctivas que tengan lugar.
También hago un llamado a la Secretaría de Ambiente local de Marinilla, como autoridad local sectorial, para que se acerque a conocer la problemática y se apersone de la misma, a fin de brindar soluciones efectivas a la situación de contaminación descrita y encaminar esfuerzos y acciones conducentes a la protección y recuperación integral de este importante recurso natural. Convoco también a esta Secretaría para que oriente acciones y recursos, a propósito de la formulación del actual PDM, que permitan conocer la diversidad de especies de fauna y flora que aún conserva la quebrada y sus ecosistemas asociados, de manera que se pueda garantizar mayor pertinencia y efectividad en las acciones de protección que se emprendan.
A los colectivos, grupos y amigos ambientalistas de Marinilla y la región, los invito muy especialmente a que, de cara a esta nuestra quebrada, mirando de frente a ella, renueven su compromiso ambiental con el cuidado de este entorno natural y de las diversas formas de vida que en este habitan, colectivicen dicho compromiso y lo promuevan ampliamente para que se traduzca en acciones de reconocimiento y conservación que nos permita a nosotros y nuestros hijos disfrutar del bello paisaje natural que nos puede ofrecer la quebrada La Marinilla, si cuidamos de ella.
