Un trino en donde Claudia López pidió no regalar una marimonda al papa generó indignación en la Costa, sobre todo en algunos sectores de Barranquilla de donde es típico el disfraz. Lo que ella no sabe es que la marimonda se la hicimos al papa desde que llegó a Colombia.
De por Dios no le vayan a regalar una marimonda!!! Qué pena... déjenlo ir a descansar por favor!!! #GraciasPapaFrancisco
— Claudia López (@ClaudiaLopez) 10 de septiembre de 2017
Los indignados lo consideran una ofensa y un irrespeto a toda una región, pero esto es totalmente falso y carece de todo sustento. El hecho de que la señora senadora recomiende no regalar un objeto obsceno al papa no tiene nada de malo y no da lugar a ninguna ofensa para el pueblo de la región Caribe.
El marimonda es un disfraz típico del Carnaval de Barranquilla, el último que fue declarado patrimonio de la humanidad según la UNESCO. Sin embargo, nada de lo anterior le quita lo grotesco y vulgar. Según la Fundación Carnaval, el marimonda representa al barranquillero de bajo nivel económico y vulgar, aunque en los últimos tiempos identifica el típico barranquillero alegre y “mamador de gallo”.
En primer lugar, yo como buen costeño sé perfectamente lo significa. No me vengan con cuentos extraños, el mero nombre destila vulgaridad. Proviene de "marica" (forma despectiva de referirse a los gays y/o una persona ingenua) y monda (forma de llamarle al órgano viril masculino). Ahora bien, cuando se juntan las palabras cobran otro sentido. Si te dijeran que te hicieron marimonda se estarían refiriendo a que te mofaron, engañaron y por la tanto estás burlado, tal cual lo que que hizo el gobierno al mostrar las realidades a medias del país. Un ejemplo claro es cómo trataron de esconder los sectores humildes en Cartagena de manera descarada.
Siguiendo con la marimonda, la apariencia del disfraz es de irreverencia total, representa la perdición de los valores morales y es la perfecta representación gráfica de la monda. Todo lo opuesto a lo que vino a enseñarnos el papa en su visita y lo que nos enseñan en la iglesia.
Por eso no considero que la doctora Claudia López esté fallando al dar una simple recomendación de prudencia al sugerir que no se le fuera a regalar una réplica de semejante cosa que representa todo lo antimoral y antireligioso.
Mas bien el escándalo obedece a los ataques políticos de enemigos a su candidatura presidencial que quieren generar división y sacarle provecho a esta situación, mostrándolo como un ataque regionalista, cuando la doctora Claudia siempre ha demostrado estar en favor de la inclusión y el respeto a las diferencias.