Las Farc crearon su propia marca, su logo y su propio marketing durante las varias décadas en las que intentaron llegar al poder por la dolorosa ruta de las armas.
Por supuesto, lograron tal hecho sin proponérselo. Ese es no era su fin principal.
Que lo digan los violentólogos y los mismos integrantes de las exFarc.
Digo exFarc, porque dicho grupo de personas armadas, dicha marca, ya no es, no existe.
Las Farc se acabaron el pasado 27 de junio del año en curso. Dejaron las armas. Se terminó la guerrilla más antigua del continente.
Se transformó, ha renunciado al uso de la violencia como medio de vencer al Gobierno de Colombia.
Ahora sí puede uno hacer críticas al Gobierno sin que lo señalen de pertenecer a ese extinto grupo.
Ahora lo que queda es un grupúsculo de disidentes. Me parece que ellos pretenderán ser una franquicia en forma de plagio de la marca que construyeron las Farc.
Esta pequeña disidencia es mínima en comparación con las de otros procesos de paz llevados a cabo en otros países.
La ONU ha dicho que el proceso de paz de Colombia sirve de modelo para otros países.
Yo celebro que las Farc hayan tomado la sabia decisión de dejar las armas y que las vean como el medio obsoleto para tomarse el poder.
Me alegra que a pesar de la reprochable bomba puesta en el Centro Andino, en las redes sociales no surgió el rumor de que los autores fueran ellas, por obvias razones.
Los señores de las Farc están dándose cuenta de la importancia de la dejación de las armas.
Me fascina que ahora las acusaciones sean de plagiar un logo, cosa que ha sido desmentida; lo desagradable sería que dijeran que las Farc volvieron al monte a empuñar las armas.
Eso no me agradaría para nada.
Qué bien que las Farc usen un logo pacífico y no el acostumbrado logo de guerra, el de los dos fusiles apuntando hacia arriba.
El maestro Julio Sánchez Cristo hizo la pregunta en su cuenta de Twitter que si se parecían el nuevo logo de las Farc y el de la Sociedad de Pediatría de Italia.
Esta interrogante la tomé como una cuestión baladí. La vi como una comparación tonta, porque es obvio que se parecen.
Es más: son la misma cosa. Lo que cambia es el color.
El señor Sánchez Cristo quizá creerá que él es el único inteligente y que los demás somos estúpidos.
Pero no es verdad. Está muy equivocado.
Yo no creo que el director de La W Radio Colombia ignore que en Google se consiguen logos e imágenes por un dólar, incluso gratis y libre de derecho de autor.
Hay centenares, doctor Julio. Y hay cursos digitales para aprender a diseñar logos.
El Sena los está ofertando. Son cursos complementarios, no formales. Uno lo no le vendría mal a usted para nutrir su currículum vitae de locutor consagrado.
Lo grave y desfachatado fue lo que hizo el precandidato presidencial por el Centro Democrático.
Óscar Iván Zuluaga modificó una caricatura de Matador, del diario El Tiempo.
Pero Matador, muy fiel a su estilo, ha publicado un Tweet en el que anuncia la apertura de las inscripciones para aprender a dibujar y colorear.
Suena interesante participar de la capacitación.
Debemos a prender a ver el mundo de lo caricaturesco y lo humorístico.
Y ponerle nuestro sello a todo lo que emprendamos, pero sin plagiar a nadie ni nada; el plagio no solo por razones morales, sino por cuestiones legales.
