Minería bien hecha, tecnología de punta, 14 años de trabajo, 1300 consultores, “eso lo hizo Golder, la firma más importante del mundo”… Todo eso pregona a los cuatro vientos AngloGold Ashanti, la del pretendido proyecto de gran minería de cobre, oro, plata… en Jericó, pero la realidad nos ha mostrado otra verdad totalmente contraria:
Todo lo estudiado por nosotros y nuestros amigos consultores desmiente cantidades de cosas. El estudio contratado por Comfama, muestra un proyecto mal estudiado y muy dañino. El Concepto Técnico de Corantioquia sobre el EIA, indica que es pésimo. Los 174 requerimientos de explicación, complemento, realización de actividades no cumplidas y mucho más, que les exige la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) para tramitar su solicitud, los dejan por el suelo. Y para rematar, la Secretaría de Minas de Antioquia – entidad responsable de aprobar o no el Plan de Trabajos y Obras (PTO) les hace 545, léase bien, quinientos cuarenta y cinco requerimientos y objeciones, como las dos que, al azar, ilustran la calidad, en el siguiente párrafo.
Una: “Algunos conceptos básicos de la geología y de la geología económica no fueron considerados en el documento, lo anterior debido a deficiencias en el glosario técnico utilizado. La redacción es deficiente, el lenguaje técnico geológico no es claro, las traducciones mal hechas: se encontró que mucho del contenido fue extraído (y mal traducido) de un comunicado de prensa de AngloGold Ashanti.”
Otra: “En el ítem ‘Amenazas de origen geológico’, no se anexa informe de riesgo sísmico, no se presentan mapas de riesgos y amenazas naturales derivadas del orden geológico en la zona de la explotación y de infraestructura. El Mapa 5.1 está en inglés, no tiene escala, no tiene Norte, no tiene leyenda. Se debe presentar el estudio de riesgo sísmico en los anexos, igual que los mapas de riesgos y amenazas naturales.” En otras palabras, “a la brava”, como decimos.
Como esas son todas las falencias y omisiones u ocultamientos de la empresa minera en sus dos estudios fundamentales del proyecto, el de Impacto Ambiental y el PTO. Y no sobra complementar la ilustración con algo que nos tocó vivir a mi amigo Ing Geólogo, Fabián Hoyos Patiño y a mí, en una de las Presentaciones de Socialización del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) que ordenan las regulaciones sobre licenciamiento ambiental: hablaban del proceso de “flotación” para separar los metales del resto de componentes de la roca molida, que siempre se hace con grandes cantidades de agua y reactivos químicos. Preguntamos qué reactivos irían a utilizar y el expositor, un ingeniero chileno, vicepresidente de la empresa, respondió amable pero seriamente: “resina de pino”. Pero en cambio, en el EIA radicado en la ANLA como base de la solicitud de licencia, presentan por sus nombres genéricos, describen y comentan, siete productos químicos que, buscados por nosotros en el mercado, encontramos que sus fichas técnicas indican alto grado de toxicidad. Y las aguas residuales de ese proceso irían al río Cauca.