Jordan volvió a estar de moda por culpa de Netflix. La serie documental El último baile reverdeció una pasión que supera cualquier tipo de interés por el baloncesto: no hubo nadie más poderoso que Michael Jordan, tan sólo Muhamad Ali pudo haber sido tan famoso y tan influyente como él. Ahora, a sus 57 años, aparece siempre tomándose un tequila de seis millones de pesos la botella y con los ojos amarillentos que ha despertado comentarios y suspicacia. También dicen que esa es la mansión de él pero es mentiras, su mansión es esta en Highland Park, al norte de Chicago, la ciudad donde fue el más grande del mundo.
En el 2012 pedía 29 millones de dólares por ella pero nunca la pudo vender. Ocho años después la vende en 14 millones pero nadie es capaz de dar un dólar. ¿Por qué? Acá está un tour virtual por ella: