La descripción no deja ninguna duda de los niveles de lujo en los que pretendía vivir Nicolás Petro. Una casa de diseñador, de tres niveles con piscina elevada, terraza mirador, jardín interior en uno de los conjuntos cerrados más caros de Barranquilla. Para alguien que, en su afán por llegar a la gobernación del Atlántico con un eslogan de campaña que tenía como símbolo un plátano que decía “Plata-No”, que intentó hacer política a partir de su convicción de combatir la corrupción, la casa en Villa Campestre en Barranquilla es una jaula de oro donde Nicolás Petro pasará el tiempo que sea necesario antes de que se aclare su situación judicial. Así al menos lo pensaba hacer antes que el entramado judicial lo atrapara.
Cuando su mamá, Katia Burgos, visitó la casa por primera vez no pudo reprimir hacer el comentario: “Tienes costumbres de traqueto”. La ambición lo desbordó. La casa de Villa Campestre es, según un catálogo: ““Arquitectura alemana innovadora de bajo consumo energético, ventanería termoacústica doble espaciada con solarban, aislamientos térmicos en techo y cielorraso, ingeniería en flujo de aire. Teja española. Acabados de lujo, ambiente e iluminación natural diseñada para instalación de 50 m² de paneles solares”.
Nicolás Petro fue dejado libre y en esa condición esperará resolver las acusaciones que tiene la Fiscalía contra él que incluye el de enriquecimiento ilícito. Daysuris Vásquez también fue dejada en libertad. Ambos habían sido detenidos el pasado 29 de julio en Barranquilla.
Las fotos de la mansión de 406 metros cuadrados, con cuatro baños, cuatro habitaciones y tres garajes para guardar los carros de alta gama que Nicolás soñaba con tener, fueron reveladas por la Revista Semana. Nicolás Petro se quejó en una entrevista dada a Vicky Dávila del abandono de su padre, confesó que pasa por una terrible depresión. En este momento su actual pareja, Laura Ojeda, espera un hijo suyo. Estas son las imágenes de la casa: