Las sospechas siempre están ahí, donde se encuba un conflicto: que es la mano negra de los Estados Unidos de América la que pone el huevo, lo empolla y lo hace explotar. Los miles de refugiados golpeando las puertas de la hipócrita Europa, los 43 estudiantes asesinados en Méjico, el payaso que puede ser presidente en Guatemala, el conflicto colombo-venezolano y la acusación de corrupción a la presidenta de Brasil son algunos temas calientes en el mundo de hoy y que tienen como telón de fondo la política neocolonial de los Estados Unidos.
Se dice, por ejemplo, que fue Israel, apoyado por la Central de Inteligencia Americana, la que creó el Estado Islámico en Oriente Medio para luchar contra Irán y el régimen sirio. Y el Estado Islámico avanza sin parar, acorralando al gobierno de ese país, con una brutalidad inexplicable. Y se extiende por Afganistán, por Irak y por toda la región como un polvorín sin fronteras. El resultado: solamente en Siria, 300 mil muertos y medio millón, por el momento, de su población, huyendo de la barbarie, apilados en la frontera Húngara que ha levando nuevos muros y desde ayer penaliza hasta con 5 años de cárcel a quien cruce sus fronteras, dinamitando desde las bases el Derecho de Asilo de quienes huyen de la muerte. Los países europeos y Estados Unidos crearon el terror para debilitar a sus enemigos en el área.
Esto en el viejo continente. Y en el sur de América Latina también. ¿Está detrás del conflicto fronterizo colombo venezolano la mano negra de los Estados Unidos de América? ¿Quines sostienes al gobierno del Perú? ¿Qué pruebas tienen los jueces y abogados de Brasil para acusar a la presidenta de corrupción? Estas y otras tantas son preguntas latentes sin aparente respuesta. Pero las hay.
El sociólogo estadounidense James Petras considera que la mano negra de su país si está detrás de todo esto. En una entrevista concedida al periodista Efraín Churo Iribarne, de Radio Centenario de Montevideo, Uruguay, incluso va más allá. Esta mano negra está utilizando a los gobiernos de Colombia y Perú para perturbar los gobiernos de Ecuador y Bolivia y a Colombia en particular para desestabilizar directamente al gobierno de la Revolución Bolivariana, y en general a todos los gobiernos progresistas del centro y sur de América. El Gobierno de Ollanta Humala está consolidando al Perú en una posición de neocolonia a partir de la colaboración militar con Estados Unidos, colaboración que a su vez se explica por las asociaciones entre la gran minería extranjera (norteamericana, canadiense, etc.) y el régimen peruano.
Petras considera también que el gobierno de Ollanta Humala ha convertido al Perú en un trampolín de las fuerzas militares estadounidenses para controlar a Bolivia y Ecuador, y que Perú y Colombia conforman un eje del mal para América Latina. Argumenta James petras que desde el régimen de Fujimori hasta el actual gobierno todos han sido financiados como brazos armados del neoliberalismo, perjudicando a comunidades indígenas y rurales a partir de los contratos con las multinacionales petroleras y mineras. “El gobierno de Hollanta Humala es uno de los peores, dice el socioloigo estadounidense, que ha seguido los pasos de Alan García y Alejandro Toledo.” Y remata el tema declarando que ahora el gobierno peruano se ha consolidado como neocolina norteamericana.
No es de extrañar, a la vista del buen observador que esa mano negra puede estar detrás de la muerte de los 43 estudiantes mejicanos, la manipulación de las elecciones en Guatemala y en la promoción de actividades antigubernamentales en Ecuador, Brasil, Argentina y toda América Latina, como siempre lo ha estado.
Respecto al conflicto fronterizo entre Colombia y Venezuela, el entrevistado acusa a Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, de estar hace años cultivando a los contrabandistas y a los paramilitares en el lado colombiano. “Ahora que Venezuela por fin está controlando sus fronteras, cerrándolas, está terminando con este tipo de contrabandistas que consiguen millones de litros de petróleo semanalmente de Venezuela y vende 3, 4, 5 veces más caro en Colombia, sosteniendo los interés de los pobladores de la frontera colombiana. Y ahora sin el acceso al contrabando, la pobreza generalizada afecta a estos pueblos, dice Jemes. Y agrega: “…Pero Santos, que es autor de cientos de encarcelamientos arbitrarios y decenas de asesinatos, tiene la hipocresía de hablar de Derechos Humanos”.
Estados Unidos trata de provocar este conflicto fronterizo, crear tensiones y utilizarlo como un pretexto para crear más tensiones guerreritas entre los dos países. Es pues la visión de uno de los sociólogos más respetados en el mundo actual y uno de los más importantes analistas de la realidad. Tal vez por eso no tenga pelos en la lengua para pedir a conciencia el respaldo a la Venezuela de Bolívar y Chávez.
@arturopradolima