La postura del Banco de la República es tirar la pelota del problema económico al extranjero. La justificación es la misma: el incremento del tipo de cambio es originado por el precio internacional del petróleo y por los anuncios de la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED), de manera que el problema no está en Colombia, -según ellos- la economía mundial está en un mal momento y Colombia no puede ser la excepción, es la razón de una devaluación incontrolable.
Como lo manifesté en abril, el problema no es la devaluación, el problema es la no intervención del Gobierno ante el descontrol del mercado, en una coyuntura regional polarizada. Con la devaluación, Colombia tiene mucho que ganar, el rol del Estado es el de proteger la industria nacional, incentivarla, garantizar su funcionamiento y crear social y colectivamente la cultura por lo local; no en vano, la desindutrialización y el fenómeno de la enfermedad holandesa se incentivó progresivamente en los últimos diez años de revaluación.
La deuda externa de Colombia, se incrementó un 12,5 % anual, algo traducido en US$106.376 millones, según el Banco de la República.
El país acentúa su pérdida de soberanía económica, el impacto se ve reflejado en que representa más de un 32 % de su PBI.
El efecto no solo es por la fácil liquidez global, ni por los bajos tipos de tasas de interés, Colombia adquirió ésta responsabilidad con la firma de abiertos y desequilibrados TLC con grandes potencias económicas en el mundo, una vez más el gobierno patea la pelota.
El ministro Cárdenas sigue la puja por un mayor ajuste fiscal, la inflación y los salarios reales no pueden equilibrar los precios con las importaciones; la economía colombiana tiene complejidad una vez más con la balanza de pagos, el déficit en cuenta corriente ya supera el 6% del PBI, debido al abaratamiento de las importaciones por la revaluación, es progresiva, las exportaciones cayeron más de un 40%, el incremento del tipo de cambio permite el encarecimiento en los costos que en los ingresos de las empresas exportadoras, el fenómeno a mediano plazo es la escasez de divisas, impidiendo la competencia del producto local en el extranjero.
La solución para controlar la devaluación es intervenir de inmediato el tipo de cambio, hacer una revisión comercial, limitar las importaciones, el Banco de la República debe garantizar el faltante de divisas. La sustitución de importaciones es una necesidad en la coyuntura económica que vivimos. Se debe capacitar e incentivar la industria nacional para competir en el extranjero; el gobierno Santos tiene la tarea macroeconómica de elevar el ahorro, la inversión y el gasto público debe ser mesurado, la limitación de la inversión extranjera es clave para regular el mercado interno.
@SebasTorresM