El expresidente Álvaro Uribe logró, y sin hacer mucho ruido, cuatro ministerios claves para personas de toda su confianza y con trayectoria al lado suyo. Son las carteras transversales, mientras las demás son sectoriales. Son ellos, Alberto Carrasquilla como ministro de Hacienda, Nancy Patricia Gutiérrez en el Ministerio del Interior, Alicia Arango al frente del de Trabajo y Carlos Holmes Trujillo como canciller.
Todos han trabajado junto a Uribe, y al igual que el presidente Duque, crecieron bajo su ala a excepción del vallecaucano Holmes Trujillo, que llegó a las toldas del uribismo con un acumulado político propio iniciado bajo el ala de su papá, el reconocido dirigente liberal vallecaucano Carlos Holmes Trujillo.
Con el capital político heredado, logró llegar a la Alcaldía de Cali en 1988, convirtiéndose en el primer burgomaestre elegido popularmente. Luego saltó a la Constituyente del 91 y entró al gobierno Gaviria como ministro de Educación ese mismo año. Desde 1995 empezó a cosechar su carrera como diplomático cuando el expresidente Samper lo mandó a la embajada ante la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington. Después del gobierno de Pastrana entre 1998 y 2002, el entonces presidente Álvaro Uribe decidió darle continuidad a su carrera diplomática y este su primer encuentro como funcionario público con el hoy expresidente. En 2004, lo nombró su embajador en Suecia, donde permaneció un año para continuar en la embajada en Bélgica como Jefe de la Misión de Colombia ante la Unión Europea donde permaneció desde el 2006 hasta el 2011, ya en el gobierno Santos.
La empatía política con Uribe fue total hasta convertirse en un uribista purasangre, alineado a sus lineamientos dentro del Centro Democrático hasta llegar a ser incluso nombrado director político de la colectividad en 2017. Fue uno de los cinco precandidatos para la Presidencia, y contó con el aliento permanente de Uribe. Derrotado por Iván Duque el consulta interna, Holmes se aplicó a fondo en apoyarlo, un compromiso que le fue recompensado con el Ministerio de Relaciones Exteriores, el primer nombramiento que hizo el presidente electo incluso antes de su posesión.
Alicia Arango ha sido uno de los alfiles más cercanos del expresidente Uribe. Cuando su jefe político se presentó en 2002 como candidato a la Presidencia, Arango dejó su trabajo en la Alcaldía de Peñalosa para entrar de lleno en la campaña. Su entrega se vio recompensada y Uribe la nombró como su secretaria privada en la campaña, rol en el que continuó durante los ochos años de gobierno en donde se ganó un voto de confianza en el Palacio de Nariño. Manejó los hilos del poder, hasta que en el último año de gobierno Uribe decidió nombrarla embajadora de la ONU en Ginebra, Suiza. Santos la ratificó y la sostuvo hasta vísperas de concluir el primer mandato en el 2014. De vuelta en Colombia, Arango acompañó al expresidente en la creación del Centro Democrático y en 2013 la nombró directora del partido, hasta que en 2014 la reemplazó Óscar Iván Zuluaga, luego de perder las elecciones con Santos.
Con una relación complicada con el sector de José Obdulio Gaviria, se la jugó por el nombre de Duque desde que este apareció en la baraja de precandidatos del uribismo. Arango fue una de las que le apostó desde el principio, a pesar de la reserva que tenían quienes son considerados el ala más radical del partido. Duque la nombró su jefe de debate. Inicialmente iba a ser la ministra de Cultura y el plan de economía naranja, pero al final, y en esto pesó, el Presidente Uribe, terminó en la cartera de trabajo.
El ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla fue el primer nombre que confirmó el presidente Duque dentro de su equipo.
Alberto Carrasquilla se estrenó como ministro de Hacienda en el gobierno de Álvaro Uribe, cuando en 2003 reemplazó al conservador Roberto Junguito. Se retiró del cargo en 2007 por una situación familiar, pero desde entonces mantiene cercanía con Uribe quien no dudó en salir en su defensa pública, ya como senador, en el debate de control político sobre los Bonos Carrasquilla: "Tiene una brillante hoja de vida y es un hombre probo". Tanto la seguridad como la economía fueron los pilares de Uribe durante su gobierno, y Carrasquilla dio los resultados que se esperaba, dejando un panorama mucho más estable para la inversión privada y facilitándole el camino a la inversión internacional con la Ley de estabilidad jurídica.
Fue precisamente durante sus años como ministro de Uribe que Carrasquilla también estrechó su relación con Iván Duque, quien ya formaba parte de la delegación de Colombia en el BID, oficina que depende directamente del ministro de Hacienda. Ya en campaña, Duque nombró a Carrasquilla como su director programático y jefe del equipo de empalme. No fue fácil convencerlo de aceptar la cartera de Hacienda pero finalmente acordaron que lo acompañaría durante el arranque del gobierno, incluido el arduo camino de la aprobación de la reforma tributaria.
Nancy Patricia Gutiérrez siempre le ha apostado a los caballos ganadores dentro de la política. Y con Uribe no fue distinto. Aunque viene de las toldas del samperismo, del grupo de Martha Catalina Daniels en Girardot, formó parte de la camada de liberales que en 1998 hicieron rancho aparte para fundar Cambio Radical que terminó acompañando la candidatura presidencial de Álvaro Uribe Vélez que derrotó al liberal Horacio Serpa. Como parte de la coalición de gobierno en la Cámara de Representantes por Cundinamarca y uno de los apoyos para el cambio constitucional que posibilitó la reelección presidencial, Nancy Patricia Gutiérrez se ganó la confianza de Uribe quien le dio el aliento para aspirar al Senado, del que llegó incluso a ser presidenta.
Salió avante de una investigación complicada que en 2008 le abrió la Corte Suprema de Justicia por supuestamente haber utilizado su posición como cabeza de la colectividad para obtener información reservada en contra de Piedad Córdoba que después utilizó en un debate. Estuvo incluso detenida en casa por cárcel y aunque fue absuelta, las investigaciones en su contra la pusieron al margen de la política durante los siguientes años hasta que reapareció hace tres para aspirar por firmas, con el apoyo de Uribe, a la Gobernación de Cundinamarca. Aunque fue derrotada por el candidato de Cambio Radical Jorge Rey, logró mantener la vigencia que necesitaba y se articuló a la campaña del candidato del Centro Democrático, un compromiso que unido al apoyo de Uribe le valió el nombramiento en el influyente cargo como ministra del Interior.
Cuando comenzó el gobierno de Iván Duque, la gran duda que había sobre él era la independencia que tendría frente a su jefe político. Aunque ha mantenido distancia y buena parte de los ministerios son de su cosecha el peso de Álvaro Uribe es sustantivo con estos cuatro nombres de su confianza en cargos estratégicos.