Sir Guss O’Donnell entró a formar parte del gobierno británico en el 2005 como secretario de gabinete de Tony Blair, alto cargo en el que permaneció hasta el 2011. Como cabeza de la firma consultora Frontier Economics mantiene estrecha relación con la empresa Tony Blair Asosociates quien ha participado en distintos negocios energéticos en el mundo. El peso de O’Donnell en la junta de Brookfield, la compañía canadiense que terminará quedándose con Isagén como única proponente en la subasta, es a través del canadiense Frank Mackenna. Este preside la junta desde hace varios años con un gran poder e influencia no solo en esta empresa sino en el mundo corporativo canadiense. Ambos están vinculados con el Toronto-Dominion Bank del que Mackenna es vicepresidente ejecutivo y O’Donnell y es asesor estratégico de la presidencia del banco canadiense para los negocios de TDB en el mundo.
Mackenna es también cercano a Tony Blair. Han compartido distintos escenarios en Toronto y Calgary para impulsar negocios energéticos de Canadá en el mundo y en especial en el Oriente Medio donde el ex primer ministro británico se desempeñaba como asesor de paz de la ONU. Recién salido de 10 Downing Street, Blair formalizo su relación con Canadá en un evento de 2000 personas con representantes de la industria petrolera y de gas en Calgary auspiciado por Mackenna y el TDB. Mackenna ha aprovechado su posición en el TDB: como amigo de Bill Clinton logró que el banco le pagara 1.8 millones de dólares por diez conferencias, el precio más alto reconocido al expresidente norteamericano por una intervención suya.
Desde que Tony Blair dejó el primer cargo en el Reino Unido en junio de 2007 creó la firma consultora Tony Blair Associates para ofrecerles asesoría a los gobiernos que derivan en grandes negocios. Paso la línea con su rol como enviado especial para la paz en el Oriente Medio y los escándalos por la mezcla indebida de política y negocios ventilados por el Daily Telegraph forzaron su renuncia al prestigioso rol en mayo del 2015.
El duo Donnell-Mckenna es la clave en la compra de Isagén en la que sin duda la sombra de Blair está presente, un hombre de las entrañas del presidente Juan Manuel Santos, quien le abrió las puertas del país desde su llegada al gobierno en el 2010 a través de una relación de asesoría con el Departamento de Planeación Nacional, que le permitió acceder a información estratégica sobre Colombia que pudo haber aprovechado para abrirle el camino a clientes suyos para la inversión en negocios de minería y de hidrocarburos en Colombia.