La manía de "interpretar" la realidad sin recurrir a la historia

La manía de "interpretar" la realidad sin recurrir a la historia

Una senadora que habla de la influencia de la URRS en Colombia sin argumentos históricos (solo por su interpretación subjetiva) es crimen de lesa historicidad

Por: Jair Pérez Araujo
noviembre 25, 2021
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La manía de
Foto: Pixabay

Antes que nada hay que dejar en claro que la historia y la historicidad son dos cosas distintas. Mientras el concepto de Historia puede divagar entre interpretaciones académicas y humanistas (por ende subjetivas; para mí es la capacidad humana de reconstruir su pasado, obviamente interpretándolo desde su subjetividad), la historicidad es la recopilación de hechos históricos comprobados.

O sea, a lo que recurres cuando necesitas fuentes secundarias para cumplir con los objetivos de tu tesis de grado (o proyecto de investigación, como le llaman ahora aunque la mayoría se quede en un archivo digital como requisito cumplido). No recurres a la Iliada ni al nuevo Testamento para soportar tus argumentos sobre el ascenso del nazismo.

Tienes que irte más por los modelos de gobierno que antecedieron ese acontecimiento, los cuales no quedaron plasmados desde la idea de una autor sino desde la recopilación de información cada vez más confiable, actualizada y con métodos cada vez más modernos para comprobar cosas como el arribo de los Vikingos a América del Norte, la nacionalidad de Colón o por qué los edificios del gobierno nacional tienen esa arquitectura neoclásica.

Se recurre a la historicidad para comprobar lo planteado en caso que sea necesario evocar al pasado para plasmar la verdad que uno se atreve a mostrar en un mundo con cada vez más incógnitas, filtros y variables que ridiculizan cualquier planteamiento que quieras hacer por más buenas intenciones que lleve el proyecto.

En ese sentido podemos suponer que todo lo que se atreva a plantear la gente que tiene la capacidad de influir en las masas por sus calificativos de columnista, periodista, influencer, profesor, político o una figura pública e influyente a nivel general (actrices, cantantes, empresarios etc.) está basado en una historicidad, no en su interpretación de la historia, ni en la interpretación del autor que consultó.

A menos que deje claro que lo que busca es parodiar la realidad y por eso solo recurre a esa subjetividad. Ejemplos para demostrar que no es así, sobran en nuestra realidad político-social republicana. Una senadora hablando de la influencia de la Unión Soviética en Colombia sin recurrir a los argumentos históricos que demuestran que la guerra tomó otra forma desde los 90, basándose en su interpretación subjetiva de la Guerra Fría, es un crimen de lesa historicidad. Pero también lo es el hecho que la academia no prenda las alarmas ante la amenaza a la estabilidad estatal que puede causar que sobresalga la interpretación de la Historia de una Senadora que omite la historicidad.

Es como un plomero haciendo una cirugía mientras el medico chatea con la enfermera.

Cualquier diseño de Estado quedará en una realidad paralela, pues no toma nota de lo comprobado, sino de lo que interpreta desde su subjetividad, y cuando se influye en la sociedad lo principal es ser objetivo.

Esas interpretaciones subjetivas de la Historia han causado entre otros flagelos humanos, genocidios recientes –menos de 150 años- en Alemania, Ruanda y Estados Unidos entre otros países. Y otro sinnúmero de genocidios causados antes que eso (Armenia, Congo, España Inquisidora), comprobado por la historicidad.

Este fenómeno es más grave cuando este tipo de personajes influyentes abordan desde su subjetividad una historia que aún está viva en la sociedad, pues no solo tergiversan los hechos de algo que ya sucedió con un fin particular para influir en la sociedad misma, sino que con esa subjetividad causa una realidad social en el presente, independiente de cual sea el objetivo.

Ejemplo claro es la interpretación de Álvaro Uribe Vélez sobre los orígenes del conflicto armado sin recurrir a la historicidad de Molano o del cronista o del reportero de combate más influyente en su época. Sino basado en una interpretación legionaria que lo pone ahora como un héroe que nos salvó de un flagelo que creó su subjetiva interpretación de la Historia.

Hay más de 6402 evidencias que pueden demostrar en que terminó todo ese recrudecimiento del conflicto armado por la libertina interpretación de la Historia de la Republica de Colombia de parte de alguien que claramente no es historiador.

¿En dónde está el historiador? ¿Qué función cumple?

Para mí quien más aporta a este crimen de lesa historicidad es el historiador. Pues es quien en teoría tiene la verdad sobre la que se propone en el Estado basándose en la Historia. Dejar que sea Uribe quien interprete la historia para coordinar las soluciones al conflicto es más obra de los historiadores que de las roscas de Gobierno. Obvio que vivimos en el Narcoestado donde tienes que escoger entre dos metales, plata o plomo. Pero lo que veo es que ni siquiera han dimensionado ese rol, así que ni toca amenazarlos. Son un cero a la izquierda en la conformación del Estado. Grave.

Lo del Rapsoda.

Hasta ahora retomo la idea del título. Y también antes de empezar, aparece frente a mi otra realidad que le da más forma a lo que trataba de decir al comienzo. Según la página Educalingo.com “En la Grecia Antigua un rapsoda era un recitador o pregonero ambulante que cantaba poemas homéricos u otras poesías épicas. Los aedos también lo hacían, pero a diferencia de los rapsodas los aedos componían las obras que declamaban. Los rapsodas se limitaban a declamar y recitar las obras de otros. A Homero se le consideraba un rapsoda ya que recitaba los dos poemas épicos por los que es conocido hoy en día: la Ilíada y la Odisea”.

Esto lo leí después de haber visto un documental en YouTube en el canal de un Bacán del interior del país, Planeta Juan, en el que mostraba la realidad de San Basilio de Palenque y contaba algo de su historia y sus personajes icónicos del pasado y del presente, entre ellos el más famoso de todos, Benkos Bioho.

Pero más me llamó poderosamente la atención un personaje que me ubicó de un momento a otro en la Grecia Antigua. Su pseudonimo, PANAMÁ. Panamá, no es solo un Rapsoda en todo el sentido de la palabra, sino que comparte al igual que homero su discapacidad visual lo que le da un toque de Deja Vú a la escena… tienen que ver el documental "Palenque: El pueblo africano atrapado en Colombia" para que sepan de lo que les hablo.

Todo esto entra en lo que cuento debido a que para mí el desconocimiento de este “fósil” vivo de los inicios de la comunicación social pasa desapercibido dentro de un municipio que a su vez fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, según el presentador del Canal.

Estaba viendo a Homero, pero quizá la mayoría no ve nada ahí. Me pregunto que haría la embajada de Grecia si yo le planteara esta realidad desde el contexto de un historiador basándome en la Historicidad.

“¡Vé al otro, hablando de Historicidad y de Homero al mismo tiempo!” dirán los doctores (en caso que me lea alguno) y pueden que tengan razón. Pero si bien no hay historicidad en lo que narra Homero (aunque hayan encontrado una ciudad a finales del siglo pasado que le adjudican ser Troya, según el libro Historia de los Griegos de Montinelli) sí hay historicidad de su forma de vida Rapsoda.

Y no estoy diciendo que haya evidencia de que él haya existido, pero si existieron los Rapsodas y la Iliada y la Odisea son una recopilación de Historias interpretadas por Rapsodas. Quizá de uno, quizá de varios rapsodas. Si lo que contaban carece de Historicidad, su rol en la Antigua Grecia, no.

En este sentido mi comparación de Panamá con Homero se basa en la Historicidad, el contenido de lo que expresan o expresaron se basa en su interpretación de la Historia y que nadie reconozca el valor de Panamá en la actualidad es un crimen de lesa historicidad.

Si los historiadores no alzan la voz para reconocer ese recurso cultural universal, no lo va a hacer el Ministerio de Educación o de Cultura. Pero que voz van a alzar, si cada año llevan  a sus alumnos a San Basilio de Palenque en salidas de Campo y ninguno ha notado que están frente al propio Homero cuando llegan donde Panamá…  ¿Cuánto vale un Rapsoda?

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