La imágen todavía la tenemos en la retina. Marc Soler, en una de las etapas reinas de la Vuelta a España del 2019, manoteaba furioso porque su equipo le pidió que esperara a su líder, Nairo Quintana, quien disputaba de tú a tú esa competencia contra el esloveno Roglic.
Soler siempre creyó que era más que Nairo y que no merecía tener que ser su gregario ya que tenía más clase que el colombiano. Él fue una de las razones por las que el boyacense decidió irse del elenco telefónico en donde no se sintió completamente respaldado y querido por su equipo.
Soler pasó a ser uno de los capos de Movistar y no ha parado de decepcionar desde el 2020. En el año de la pandemia perdió una minutada impresionante y luego sencillamente no quiso ayudarle al líder de su equipo, Enric Mas. Este año volvió a decepcionar e iba a ser la baza principal del Movistar. Se retiró del Giro y en el Tour tampoco pudo concluir.
Sin embargo Unzue, jefe del Movistar, todavía cree que es un super crack y no le baja el pulgar. Soler, en otra escuadra, sería lo que siempre ha sido: un gregario de calidad.