Coincidencialmente un año después de la muerte del zar de las esmeraldas, murió su hijo mayor Víctor Ernesto. Sucedió el pasado jueves 3 de abril en un hospital de Miami, mientras recibía de urgencia un tratamiento por diabetes. Sus últimos días no fueron fáciles, durante un mes estuvo en un coma inducido tras sufrir una arterioesclerosis múltiple que obligó a los especialistas a amputarle sus piernas, intervención que no pudo asimilar lo cual desembocó en una deficiencia cardiaca que lo llevó a la muerte. Pero esto no es todo, el heredero mayor de los Carranza había padecido durante toda su vida problemas congénitos en los riñones. Incluso, su madre hace varios años le había donado un riñón, trasplante que se realizó en el exterior, el cual tristemente no tuvo la respuesta esperada porque su cuerpo lo rechazó. Insistieron con el órgano de un primo suyo, riñón con el cual logró vivir varios años.
La leyenda da cuenta que los esposos Carranza, en contra de todo los preceptos, no tuvieron nunca miedo de enfrentarse ante la maldición de la naturaleza: tener hijos aún siendo primos hermanos. Víctor Carranza y Blanca Carranza se unieron en matrimonio hace más de cincuenta años, pese a las advertencias. Sin embargo, tuvieron cinco hijos los cuales heredaron los apellidos Carranza Carranza y el peso de la misma sangre.
El segundo que ha sufrido los problemas congénitos, pero de manera más leve es Hollmán; el hijo al que le tocó tomar las riendas del negocio esmeraldero y en el que recae el estrés de encarar las guerras por el poder en Boyacá. A su vez, en la escala de los problemas de salud, le sigue Andrés Felipe, un joven del cual dicen las mujeres que lo conocen, es el más apuesto de todos los hijos, pero que desafortunadamente padece también severos problemas de riñón y quien ya recibió un primer trasplante.
Mientras tanto de Luz Mery, la única hija del matrimonio entre Blanca y Víctor, se dice que padece ciertos problemas dermatológicos, aunque parece tener el temple aguerrido de su madre. Aunque la vida familia del zar de las esmeraldas fue mantenida siempre en total hermetismo, ha sido inevitable ocultar que su último hijo, Arturito, el más querido, padece síndrome de Down.
Como si el desenlace fatal de la muerte del zar el año pasado, más todos los problemas congénitos de los cinco herederos del matrimonio oficial fuera poco; a la familia también se le ha sumado la disputa a muerte por la multimillonaria herencia. Está probado que Víctor Carranza tuvo por fuera del matrimonio tres hijas más, a las que les dio el apellido. Pero, además, existe otra heredera que reclama y quien se encuentra tratando de probar su parentesco.
Todas estas hermanas se han unido en un mismo pleito y con un mismo apoderado para reclamar, según sus cuentas, en partes iguales una herencia que ellas calculan supera los 10 mil millones de dólares. Mientras tanto el apoderado del matrimonio; es decir de doña Blanca Carranza y sus hijos con el zar, el abogado Jorge Alirio Roa, discierne de la escandalosa herencia y cree que esta se encuentra bien lejos de todo lo que piensa la opinión pública y las reclamantes. Por ahora las hijas por fuera del matrimonio se encuentran acopiando documentos de cuentas en países como Suiza, Emiratos Árabes y hasta China, para que sean tenidos en cuenta. Mientras que la familia Carranza Carranza se vuelve a enlutar está vez para enterrar a Víctor Ernesto.
Por @PachoEscobar
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