El sector lechero en el país y los lecheros colombianos están pasando por un momento complicado. A la cada vez más desincentivada compra de productos lácteos se le suman las inminentes salidas de dos gigantes como Alpina y Alquería de varios Departamentos. Esto ha generado que miles de productores comiencen a recibir menos dinero, lo que los deja en una situación precaria.
Uno de los principales señalados de esta situación es el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos y la desprotección arancelaria que se avecina para la leche en 2026. Para los productores, los lácteos importados están desplazando a los productos nacionales hasta el punto de que en 2020 se trajo de afuera el equivalente al 13 % de la producción nacional de leche.
En junio, Richard Fuelantala, presidente de Dignidad Ganadera, gremio adscrito a Dignidad Agropecuaria y dedicado a la defensa del sector, le dijo al portal Más Colombia que existen particularmente cuatro amenazas para la comercialización de la leche en Colombia.
Fuelantala destaca el estigma que generan los ambientalistas sobre los ganaderos, la comercialización de productos vegetales sustitutos de la leche, el aumento de los costos de producción a causa de las políticas públicas y, de nuevo, el TLC con Estados Unidos como los principales responsables.
Ya varios gremios lanzaron un SOS para que los ayuden a salir de la crisis. Entre ellos se encuentra Fedegán, en cabeza de José Félix Lafaurie; la Asociación Colombiana de Procesadores de la Leche (Asoleche), en cabeza de Andrea González Cárdenas y el Comité de Ganaderos del Cauca, liderado por Hernán Garcés, entre otros.
Los ganaderos mencionan también que las importaciones de leche y productos lácteos en general, solo llevan a que la mitad de la leche que se produce en el país termine siendo comercializada informalmente. Precisamente, Lafaurie ya ha solicitado desde Fedegán renegociar el TLC.