El dirigente chocoano Patrocinio Sánchez Montes de Oca estuvo en poder del ELN durante tres años, desde el 2013 hasta el pasado 3 de abril. Su precaria salud que lo llevó hasta la agonía forzó a su hermano Odin, un ex congresista chocoano a buscar una salida que lo trajera a la libertad antes la muerte sellara el fin. Pero las cosas salieron mal.
Aunque se creyó que se trataba de un cambiazo, el senador Mauricio Lizcano, quien tuvo su padre secuestrado en la misma región selvática del Pacífico, reveló que cuando Odín llegó con el dinero del rescate para la liberación de Patrocinio, el grupo de guerrilleros que lo tenían no aceptó el monto y lo dejaron como nuevo secuestrado. Fueron cuatro horas de panga por el río San Juan las que recorrió Odin para llegar al cautiverio y Patrocino para salir libre hacia Quibdó.
Los dos hermanos tienen una historia complicada. Patrocinio, ex alcalde y ex gobernador del departamento, fue destituido del cargo por el desfalco a una EPS, mientras que Odín, representante a la Cámara y condenado por para-política. Pero tanto ellos como toda su familia es muy reconocida en la región. Son quince hermanos hijos de los maestros Rafael Sánchez y Luz Marina Montes de Oca y la vena política les viene del padre quien trabajo con el líder chocoano Jorge Tadeo Lozano, en la fundación del Movimiento Popular Liberal a principios de los años 80. La mayor figura política actual de la familia es Astrid Sánchez, hermana de Odin y Patrocinio, y quien logró llegar al senado en el 2012 aunque no consiguió su reelección con el Partido de la U sigue siendo un enlace importante entre el gobierno nacional y la región, y con peso en la burocracia departamental.
Durante la última década el escenario de los hermanos Patrocinio y Odin ha estado ensombrecido. Este último siendo Representante a la Cámara terminó detenido por orden de la Corte Suprema de Justicia que en el 2009 le comprobó nexos con el Bloque Élmer Cárdenas de los paramilitares cuya presencia en el departamento dejó una huella de sangre y desplazamientos de centenares de familias.
A pesar del complicado contexto, se trata de un secuestro con móviles económicos que le puede resultar costoso políticamente a la guerrilla del ELN porque la no liberación inmediata de Odin puede llevar a una ruptura de los frágiles diálogos del gobierno con esa guerrilla. En medio de esa coyuntura el Presidente Santos hizo una alocución en la que señaló: “No vamos a iniciar la fase pública de negociación con ELN hasta que renuncie al secuestro y devuelva el último de los secuestrados en su poder”. Una determinación complicada de cumplir porque no se sabe a ciencia cierta cuantos secuestrados tiene el Eln porque como en el caso de Patrocinio Sanchez, cuando se trata de secuestros extorsivos las familias prefieren silenciarlos y buscar negociaciones secretas para proteger la vida del secuestrado. Sin embargo esta claro que no se instalará la mesa de dialogo en Quito, Ecuador, entre el gobierno y el ELN, como se anunció semanas atrás desde Caracas, hasta que Odin Sánchez no sea liberado.
Por ahora, la única reacción que se tiene de la guerrilla tras el anuncio de Santos, es un par de trinos desde la cuenta oficial de la subversión para el proceso (ELN-Paz), en los que se fija la postura del Comando Central del ELN: “Santos al poner requisitos, abre la puerta para que el ELN también establezca condicionales. Es conveniente que los temas humanitarios y cese al fuego, contemplados en la agenda pactada, se traten en su momento”. Así las cosas, no parece nada claro cuándo se dará al fin el reencuentro entre los hermanos Patrocinio y Odin Sánchez.
