En 2010, cuando su hija Laura Moreno terminó comprometida en el sonado caso de la muerte de Luis Andrés Colmenares en el Parque El Virrey, su papa, Jorge Moreno estaba en una buena condición económica. Tenía claro que su prioridad era defender a su hija Laura, quien estudiaba ingeniería industrial en la universidad de Los Andes. Un juicio que sería muy complicado. No dudó en contratar a uno de los más prestigiosos penalistas del país, Jaime Granados. El proceso llegó a buen puerto: en 2017 Laura terminó absuelta. Pudo comenzar una nueva vida sin el peso mediático y se fue a vivir a Europa con su esposo cuando la justicia cerró el caso.
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Siete años después la situación judicial cambió y la vida a la familia Moreno se les puede volver a complicar. Con un incidente de casación impulsado por el abogado Jaime Lombana la Corte Suprema de Justicia reabrió el caso. Su papá Jorge Moreno, quien sigue en Colombia, muy seguramente se pondrá de nuevo al frente, pero su realidad también ha cambiado.
En 2010 la empresa Montajes JM, fundada en Yopal en 1997 estaba valorada en más de 4 mil millones de pesos. Creció prestándoles servicios de ingeniería para el sector petrolero. Los excedentes le dieron hasta para comprar equipo de futbol profesional: el Fortaleza Fútbol Club, que años después vendió.
Un empresario hecho pulso solo con un grado de bachiller en el colegio de Guaduas en Cundinamarca. En la primera década del 2000 tenía entre sus clientes a Ecopetrol, Pacific Rubiales, Occidental de Colombia, Petrobras Colombia Limited y prestaba servicios sobre todo en Casanare, una de las regiones del país con más explotación petrolera. Los buenos resultados lo llevaron a buscar escenarios en el exterior y fundó la compañía Whole Oil S.A, en la que vinculó como socios a su familia.
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Su prosperidad le pasó factura y viviendo en Yopal con su esposa Consuelo Ramírez y dos hijos, Andrés y Laura, sufrió un primer intento de secuestro, a pesar de tener que movilizarse con escoltas, algo que le incomodaba.
La vida le cambió a los Moreno en un día: el 31 de octubre de ese 2010
A la salida de una fiesta de Halloween en la discoteca Penthouse, donde estaba su hija con dos amigos Luis Andrés Colmenares y Jessie Quintero, junto a otros compañeros universitarios, pasó lo peor. El joven Colmenares terminó muerto en el caño del Parque del Virrey en el norte de Bogotá.
Laura y su amiga Jessie terminaron vinculadas e investigadas por la Fiscalía. El proceso tomó siete años hasta que la justicia ordinaria las absolvió en 2017. Pero alguien nunca quedó tranquilo con el fallo: Luis Colmenares, el papá de Luis Andrés Colmenares, quien desde entonces empezó una batalla jurídica que fue a dar a la Corte donde la perdió en el 2021 pero tres años después se acaba de anotar un round a su favor en la etapa da casación y el proceso se reabrirá.
El momento no es bueno para Jorge Moreno
Los cambios el sector petrolero repercutieron en sus negocios. En 2013 decide cambiar la representación legal y colocar en su lugar a Edisson Fernando Cristancho Moreno, quien estuvo al frente de la compaía y firmó varios contratos, antes de que Jorge Moreno retomara la dirección de la empresa.
Cuatro años después, a finales del mes de septiembre de aquel 2017, la empresa de Jorge Morenos solicita ante la Superintendencia de Sociedades sea aceptada en Ley de reorganización para intentar salvar la empresa. Estaba a punto de entrar en cesación de pagos con deudas que cercanas a los $3.000 millones. Buscaba evitar el cierre de la compañía.
En medio de las dificultades económicas en 2021 tuvo un respiro: la Corte confirmó la absolución de su hija Laura. Cinco años desde haber entrado en reorganización económica, Jorge Moreno aún no ve luz al final del túnel, circunstancia en que recibe la reapertura del proceso de Carlos Andrés Colmenares.
