El político del Partido Conservador Juan Alberto García Duque fue alcalde del municipio de San Carlos, Antioquia, por primera vez en los duros años de la guerra. Los combates de paramilitares y guerrilla de las Farc eran pan de cada dia en el cacso urbano del municipio. Recién se había roto la negociación de paz en el Caguán durante el gobierno de Andrés Pastrana cuando García Duque llegó a la alcaldía en 2001. Al año siguiente el presidente Uribe con su política de seguridad democrática ganaba las elecciones.
Con el gobierno de Uribe ya en ejercicio se dieron incidentes que el pueblo recuerda como en diciembre de 2002 una cuadrilla de guerrilleros de las Farc bajó a la vereda Hortoná y le dispararon a quema ropa a once campesinos señalándolos de ser apoyo de los paramilitares en el pueblo. La retaliación no se hizo esperar y un mes después hombres del Bloque Héroes de Granada visitaron tres veredas por donde caminaban los guerrilleros y ejecutaron con tiro de gracia a 17 personas.
Al final fueron las AUC en cabeza de Doble Cero, comandante paramilitar del Bloque Metro, y Giovanny del bloque Héroes de Granada quienes impusieron la ley a sangre y fuego en el 2003. Recorrían las calles del pueblo y por las montañas dejando una huella de muerte en el campo y en el casco urbano, de lista en mano señalando a las víctimas de ser colaboradores de la guerrilla. Mientras la atención y las preocupaciones del pueblo estaban centradas en los problemas de orden público y la toma paramilitar de la zona, el alcalde García ejecutaba el presupuesto del municipio a su amaño, según lo determinó la justicia con posterioridad.
La alcaldía de García llegó hasta el corregimiento El Jordán. Querían construir un polideportivo y le ofrecieron a Luisa Margarita Martínez $40 millones de pesos por el lote para la obra. Pero al bolsillo de la señora solo entraron $5 millones. Ante la denuncia, la Fiscalía pidió la captura acusándolo por desplazamiento, y además lo acusó de ser aliado de Manuel Dolores Gil Sotelo, el comandante paramilitar de los Héroes de Granada de la región.
En 2008, el ya exalcalde Juan Alberto García caminaba por las calles de Medellín, cuando fue sorprendido por un grupo del CTI de la Fiscalía que lo capturó. Fue detenido, por el primero de ocho delitos. La cadena de delitos de corrupción lo llevó a que un juez ordenara una condena hasta el 2022. La Fiscalía le comprobó haber firmado contratos de manera irregular con la familiar de un concejal, de un faltante de $800 millones, además de sobrecostos en obras por $2 mil millones. Después vendrían otras cinco acusaciones y condenas, al punto de incluso aceptar haber desviado $ 10 mil millones.
Entró esposado a la cárcel de Itaguí pero siete meses después logró salir libre por vencimiento de términos. Cuando volvió a San Carlos lo recibieron como héroe. Entró por la vía principal que viene de Granada, y desde el comienzo de la calle pavimentada la gente se hizo a lado y lado para poder saludar al alcalde. Hasta el día de hoy en el pueblo siguen diciendo que robó, pero que hizo algo y que impuso orden.
Antes de ser capturado, el alcalde recorría las calles del municipio montado en caballos y mulas de paso fino. Era quien lideraba las cabalgatas y uno de los más aplaudidos en las fiestas del pueblo. Una arrogancia, sin vergüenza alguna, que mantiene intacta a pesar de su drástica condena.
La música siguió sonando en la estación de policía donde pagaba la condena y mantenía los encuentros políticos, a pesar de la inhabilidad hasta el 2027 decretado por la Procuraduría eran a la luz del día. Alegó su condición de padre de un hijo menor de edad para obtener un permiso de 72 horas al mes para salir de la cárcel y compartir con la familia. Pero el 22 de abril del 2018, García utilizó el permiso con un propósito bien distinto.
Un gran esquema de seguridad de camionetas blindadas llegó ese día a San Carlos. Cuando las puertas se abrieron, descendió de la camioneta el senador Álvaro Uribe Vélez vestido de camisa manga corta de cuadros y su sombrero aguadeño. Lo ovacionaron y el expresidente se abrió paso entre saludos y bombas azules y naranjas que lo condujeron a la tarima organizado para agitar la campaña de Iván Duque para la Presidencia. Allá lo esperaba, usando su permiso de 72 horas, nada menos que el exalcalde Juan Alberto García, condenado por haberse apropiado de una parte importante del escaso presupuesto de su propio pueblo, cuando la gente resistía en una guerra que ponía muertos a diario. Sobre el pesa además una multa de $ 14 mil millones.
El exalcalde se mantuvo junto al senador todo el tiempo, que no dudaba en referirse a él como “mi alcalde”. No faltaban las ovaciones, García seguía mandando: determinaba quien de los asistentes podían subirse a la tarima para aparecer en la foto junto a Uribe. El exalcalde condenado resucitó como el gran hombre en la campaña del Centro Democrático en San Carlos.
Los tiempos de su militancia en el Partido conservador habían quedado atrás. Ahora su apuesta estaba con el Centro Democrático y quien señalara el expresidente con quien se había topado en alguno de los Consejos comunales de la zona cuando era el alcalde de San Carlos y Uribe Presidente
El resultado electoral para el candidato Duque en el municipio fue más que exitoso: se llevó el 82% de los votos de San Carlos.
Para no perder el poder en el municipio, García logró la alcadía para su esposa Luz Marina Marín quien aspiró por el partido Opción Ciudadana. Una decisión oportunista que le dio el triunfo pero le implicó una investigación por doble militancia por su cercanía y apoyo a un concejal del Partido de la U.
Sin embargo las cosas pueden habérsele complicado al ex alcalde García y su control sobre el municipio podría marchitársla. Semanas después del evento triunfal de abril, fue trasladado a la cárcel de Bellavista en Medellín, acusado de un delito mayor que no podrá ser pagardo entre voladores y música en la estación de policía de su pueblo San Carlos.