Cinco duditas:
1- ¿Se alista Golpe de Estado en el Centro Democrático?
2- ¿Estamos ad portas de la refundación de la derecha sin Uribe? Como lo manifestara el delfín de la Mafe en un trino: “Es hora de una nueva derecha sin Uribe”.
3- ¿Se ha convertido Uribe en un mueble viejo y lleno de gorgojo que requiere ser reemplazado?
4- ¿Cómo podrá imponer su candidatura dentro del CD? Porque claro sí es, que el candidato de Uribe para el 2026 es el delfín de Turbay.
5- ¿Por qué Uribe le atravesó en el 2022 a Zuluaga -en una consulta con muchos vicios de forma- en lugar de apoyar a su escudera, y por qué no, al menos, para que fuera cabeza de lista al senado, le atraviesa al delfín de Turbay?
Hay muchas preguntas que podríamos formularnos en torno a la candidatura de la Mafe. Lo que, si es evidente, es el descontento que abiertamente ha dejado notar, porque si alguien se cree digno de tal investidura es ella. Uribe es un viejo zorro, que no necesita otro Santos que nunca se hubiera impuesto como candidato, sin el desplome de Uribito, y su segunda reelección.
Necesita otro carga maletas, porque él y nadie más que él, es quien da las órdenes. Es claro que la Mafe no representa esa figura pusilánime que necesita para gobernar en cuerpo ajeno. Es torpe y ambiciosa como los otros, pero ama su figura, lo que le impediría aparecer como un títere.
Su camino no es tan despejado dentro del partido para el 2026; y aún, suceda algo relevante en la JEP que cambiará el rumbo de Uribe en los próximos tres años, sería elevado en honores de martirio por sus áulicos. A no ser, que se desatara una lucha intestina, o que la Mafe se impusiera a codazos como lo hizo Santos 2010.
Una dubia más:
¿El plan B podría ser armar tolda aparte al menos dos años antes de elecciones?
Menos despejado el camino, porque para alcanzar una votación que la ponga en la presidencia, necesita indudablemente los votos de la mamertada pulguienta que tanto desprecia; y, del pueblo al que mira de reojo y al que considera como ignorantes vagos.
Sus jóvenes Cabal, son un reducto insignificante, frente a la gran muchachada que llama vándalos y terroristas a los que hay que enfrentar con la “fuerza letal”.
Es bien claro que esta potranca salvaje, no se dejaría ensillar de Uribe, haciendo algo parecido a lo que hizo Santos en su momento, pero sin la serenidad ni el cálculo diplomático de este. En otras palabras, la Mafe una vez montada en el trono, se sacude hasta su maridito.
¿El tiempo me dará la razón?
No nos crean tan pendej@s