El domingo 16 de junio de 2019, en Villavicencio nos informaron que por cuestiones climáticas el aeropuerto de La Macarena estaba cerrado. Sin embargo, el lunes 17 supimos por medios castrenses que ese día fueron desactivados varios explosivos instalados por la guerrilla en cercanías del aeropuerto de La Macarena. Varios medios, como El Tiempo y El Colombiano, repitieron la misma noticia y publicaron las mismas fotos. De hecho, la Fuerza de Tarea Omega publicó en Twitter el parte exitoso de la operación.
#EsNoticia Gracias a información de la comunidad, tropas de la @ftc_omega neutralizaron, en La Macarena #Meta, las intenciones terroristas del GAO r E40, al destruir controladamente dos artefactos explosivos instalados por esta estructura en diferentes puntos del municipio. pic.twitter.com/uqABf9Ozcr
— Comando Conjunto n.° 3 (@CCON3_FFMM) 17 de junio de 2019
Preocupados porque nuestras empresas dependen del turismo en ese paradisíaco destino hicimos preguntas en el pueblo y nos enteramos de lo que evitan decir las autoridades, lo que omiten decir los medios de prensa, pero que en La Macarena es un secreto a voces. Como se ve en las fotografías publicadas, los explosivos fueron dejados a media cuadra de la estación de Policía, a media cuadra de la Fiscalía y del CTI, a media cuadra de las oficinas del Gaula y a media cuadra de la entrada a la Base Militar Nápoles. Como el aeropuerto cumple funciones militares, tiene guardia permanente en sus entradas. Los explosivos estaban al frente. Es increible, pero nadie vio nada.
Lo más increíble es que lo mismo y en el mismo sector sucedió el pasado 22 de diciembre: a dos días de la navidad y a plena luz del día, a las 6:00 a.m., estalló un explosivo que dejó dos personas heridas. El artefacto fue dejado a escasos metros del Gaula, diagonal a la estación de Policía. En el comunicado de prensa, la Omega no dice que el estallido fue en sus propias narices.
Por lo tanto el titular de la noticia no puede ser Neutralizan actividad terrorista sino “En medio de la zona mas militarizada del país, en el solar de la sede de la OMEGA, al lado de la policía, junto al Gaula, cerquita de la Fiscalía, en frente de la guardia del aeropuerto, la fuerza pública colombiana se deja meter cuatro explosivos”. Es una vergüenza que el general Fuentes publique un video sacando pecho. Más bien que nos dé explicaciones de por qué en las Ruedas de Negocio para el Turismo Regional que organizó el Ejército nos ofrecieron una seguridad que no están en disposición de ofrecer.
Como los medios de comunicación no investigan, tampoco fue noticia lo que nos contaron en La Macarena: en la madrugada de ese mismo domingo funcionarios del CTI de la Fiscalía se emborracharon en un establecimiento del pueblo lleno de gente y se pusieron a echar tiros al aire allí dentro. Afortunadamente no hubo heridos y misteriosamente, como suele suceder en La Macarena, no hubo Policía: nunca contestaron el teléfono y aunque fueron avisados, jamás aparecieron. Y si hubiéramos tenido turistas en ese parrandón, ¿quién responde?
Por favor, que alguien reenvíe este urgente llamado por Twitter: Señor Ministro Botero, Señor General Nicacio, Señor General Atehortua, Señor Fiscal Encargado, Señor Alcalde de La Macarena, por favor hagan que sus hombres cumplan con su deber, abran los ojos de noche y atiendan los ruegos de la comunidad. ¿Cómo pretenden que la gente confíe en sus instituciones si la Policía no es capaz de atender una llamada, los del CTI echan tiros al aire, el Ejército no es capaz de ver quién pone explosivos en sus narices y en el campo las tropas maltratan a los campesinos o como fue denunciado esta semana, disparan contra gente inocente en la zona rural para pasarlos por guerrilleros?
En La Macarena la fuerza pública ve lo que no es en el campo mientras que en el pueblo no ve lo que le toca.