Al finalizar la vigésima quinta cumbre sobre el cambio climático, conocida como COP25, en Madrid, España, CNN, el canal de televisión oficialista de Estados Unidos, tituló: "La COP25 se quedó corta en su objetivo". En el desarrollo de la noticia dejó ver lo sucedido: "...muchos científicos y activistas climáticos calificaron el acuerdo resultante como un fracaso monumental, en donde se evidenció la enorme desconexión entre las naciones más contaminantes del mundo y la comunidad mundial que exige un cambio. Fue tal la frustración que incluso el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, expresó en su cuenta de Twitter que después de la COP25 estaba 'decepcionado con los resultados'”. A renglón seguido el influyente medio se pregunta: "¿Seguirán estancadas las negociaciones en la COP26 de 2020 en Escocia?". Como en todas las luchas por los cambios sociales, la del clima se convierte en una bandera de batalla de las nuevas generaciones que le exigen a los casi 200 países del mundo, firmantes del Acuerdo de París, que le dejen de "mamar gallo" a las principales decisiones que eviten la destrucción del planeta.
Miles de jóvenes acompañados de los adultos protestan en el mundo, inclusive en los paros en Colombia, levantando la consigna de la lucha contra el cambio climático. Mientras tanto, el periódico El Tiempo reveló: "Tras dos semanas de negociaciones sobre la lucha contra el calentamiento global, los delegados aprobaron declaraciones pidiendo más ambición en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y en la ayuda a países pobres afectados por el cambio climático. Sin embargo, y pese a celebrar la cumbre climática más larga en 25 años de ediciones anuales, dejaron un espinoso asunto por resolver de cara a la próxima conferencia, prevista dentro de un año en Glasgow: Los mercados de emisiones que ponen un precio a las emisiones de dióxido de carbono, el principal gas de efecto invernadero, y permiten a los países o empresas canjear permisos de emisiones que pueden reducirse de forma constante, fomentando la adopción de tecnologías de bajas emisiones". Los países más industrializados y las economías más avanzadas como Estados Unidos, China e India, que juntos suman alrededor del 55 % de las emisiones mundiales de efecto invernadero, son las que más se han opuesto a llegar a acuerdos, puesto que implicaría para ellos grandes cambios en relación con el racionamiento en la utilización de los recursos naturales, lo cual es tomado como un altísimo costo económico.
El fracaso de la COP25 evidenciará muchas movilizaciones de la población mundial, especialmente de los jóvenes, para el año 2020, ejemplo que seguramente también se sentirá en Colombia, puesto que en el marco del gran paro nacional, N21, ya se han notado grupos de personas que piden que se le exija al gobierno nacional la adopción de políticas amigables con el medio ambiente y por lo tanto no ejecutar aquellas agresivas contra los recursos naturales, como son: la fumigación con glifosato de las plantaciones ilegales para combatir el narcotráfico; la técnica del fracking, que implica grandes inyecciones de químicos al subsuelo con el objetivo de fragmentarlo y convertirlo en combustibles; pero además una voluntad política para detener la deforestación. Las grandes luchas del año 2020 incluirán también la defensa de nuestra propia casa. ¡La lucha contra el cambio climático llegó para quedarse!