Me tocó oír juicioso todo el discurso de lanzamiento de la lista (en)cerrada para el Senado del Centro Democrático, en directo desde la "Casa de Uri", en la linda Rionegro, Antioquia. El taxista no musitó palabra alguna, escuchando atento al expresidente Uribe. Ayuvioleta, como contagiada por el halo de ritual que embargaba el carro amarillo, se limitó a sentarse en el suelo del puesto de atrás, a mirar la bomba de perrita que le regaló una boliviana en la Plaza de Bolívar ayer, en una mandala por la paz.
Debo decir algunas cosas, más como sociólogo que como militante:
1. Es una verdadera novedad que un expresidente se lance al Senado.
2. Esa novedad se verá reflejada en votos de opinión -de la derecha, el centro y los incautos- puesto que, teniendo el estatus de expresidente, el señor Uribe se "baja" a la calidad de Senador, cosa que puede ser vista por los sapientes de la política como cinismo o ansias de poder, pero que, en definitiva, constituye un acto de "amor a la patria" y al servicio de la política.
3. Uribe cuenta -como todos los ídolos- con un alto grado de odio y de amor, casi 50-50. Esto hace que la lista del llamado Centro Democrático cuente con un alto grado de favorabilidad para alcanzar, por lo menos, un 20% de las curules.
4. De ahí la estrategia política de hacer lista cerrada. Esto garantiza que la gente votará masivamente por Uribe, sin importar la calaña de los otros candidatos. Por umbral, no sólo Uribe sacará una votación histórica -teniendo en cuenta: votos de opinión, poderes regionales terratenientes, poderes regionales industriales y poderes regionales de facto, léase, mafia y paramilitarismo-, sino que garantizará que haya una fuerza de ultraderecha neoliberal empujando proyectos de ley antipopulares y en pro de los grandes capitales transnacionales y los poderes regionales -mafiosos, agroindustriales e industriales-.
5. El discurso de Uribe no sólo es una plataforma política de la neoultraderecha. También constituye un modelo de país acorde con las necesidades del Imperialismo mundial para salvaguardar al capitalismo en medio de su más honda crisis estructural de toda su historia.
Colombia representa una parte importante de la tabla de salvación del sistema-mundo moderno, bajo el modelo de megaproyectos, inversión extranjera, extractivismo y asistencialismo social para apaciguar las masas peligrosas. Si se tiene en cuenta la importancia de su posición geopolítica, en medio de un continente con avances enormes en el acceso al poder por parte de los oprimidos, Colombia es un verdadero enclave del capital mundial.
6. Es interesante la manera como Uribe, haciendo crítica al gobierno de Santos -que sigue su mismo modelo, pero a la manera moderna- hace crítica a su misma gestión en temas como el modelo de salud, educación, política tributaria o tratamiento de la seguridad.
Sobre esto, sólo un periodista de La FM de Vicky Dávila, logró confundir al istriónico expresidente: "Presidente llama la atención que en su discurso hace fuertes críticas sobre elementos que fueron fundados en su Gobierno... si todo eso estaba tan mal, ¿Por qué no se hizo nada en su Gobierno?
Ante esta buena pregunta, Uribe calló -cosa que casi nunca pasa-. Luego contestó, demagógicamente: "Querido periodista, en el papelito que leí dice muy claramente: En nuestro gobierno de convicciones, tuvimos aciertos, así como grandes errores. Todo lo hacemos por amor a la patria".
7. Es muy interesante la manera como Uribe utiliza el concepto de Democracia participativa para darle vigor a su forma de hacer política. Para él el "diálogo popular" se hace evidente con su comunitarismo y sus llamados "Consejos Comunitarios", en donde el constituyente primario se encuentra directamente con sus representantes. Es una excelente herramienta política que le servirá para defender la tesis de que "mientras el gobierno Santos dialoga con el terrorismo, nosotros defendemos el diálogo social directo con la ciudadanía". La verdad, sabemos, es que ninguno de los dos hace diálogo directo con la verdadera clase plural que constituye la mayoría de las masas -que sí... suene como suene, son oprimidas- de Colombia.
8. Por último: Los medios pasaron completo "el papelito" que leyó Uribe, que era una completa plataforma política neopopulista, atendiendo a las quejas de la llamada "opinión pública". Llama la atención poderosamente por qué no hacen la misma completa difusión cuando se han hecho pronunciamientos de plataformas políticas como la de la Marcha Patriótica, el Congreso de Los Pueblos, País Común o el mismo Polo Democrático. El interés servilista e ideológico de los medios de comunicación queda develado con hechos como estos.
Tendremos a Uribe en el Congreso. Con él, tendremos a muchos otros como él, pero menos "brillantes". No les alcanzará para la presidencia.
Lo más interesante de esto es que Uribe perderá el fuero presidencial y podrá ser juzgado por sus evidentes crímenes de una manera más ágil y audaz. Caerá.
Igualmente interesante será que tendrá que verse de igual a igual con congresistas como Iván Cepeda o Horacio Serpa. Esto hace que -conociendo su talante- él solito con su pasión y su terratenientalismo sacará a relucir sus propios trapitos al sol.
Llegará al Senado... dudo que termine allí. Tal vez en la Escuela de Caballería, tan trágicamente recordada por los militantes del M-19.
*Sociólogo