¿Cuál es el afán de abrirla y cambiar algo que funcionó?, ¿podrán más los cálculos electorales de los que se quieren medir?, ¿vamos a sacrificar un partido, un electorado y al mismo Uribe por experimentos independentistas de algunos paisas, perdón paisanos?
Para el período 2014-2018, el expresidente Alvaro Uribe Vélez encabezó la lista cerrada del Partido Centro Democrático y obtuvo una bancada de 20 senadores. De hecho, fue la primera fuerza real del Senado, de no ser por las curules que obtuvieron el Ñono y Musa a nombre de la U. La estrategia fue excelente y tuvimos una bancada de lujo.
¿Dónde queda la gratitud con los senadores actuales que le han demostrado hasta el cansancio su espíritu de trabajo, su dedicación al control político, sus debates que han abierto espacios a la opinión pública y sus proyectos de ley? Abrir la lista sería dar un portazo a la gestión y confianza que el jefe tiene en sus 19 compañeros.
Hay que tener disciplina de partido para asegurar que sea premiada la militancia. Los senadores actuales llevan cuatro años de trabajo por el partido y por Uribe, ¿por qué despedirlos de la noche a la mañana? Cuando se les convocó en 2014 se sabía que ellos eran de opinión y en un período en el cual fueron oposición es muy difícil que algunos de ellos hayan podido crear estructura regionales, en ese mismo sentido se debe enviar el mensaje de que "hay que hacer fila". Lo más justo es que los que vienen de la Cámara de Representantes sean incluidos en renglones posteriores a los que ya son senadores y quieren repetir. La excepción sí debe ser en los que decidieron retirarse y piden que se les respete su cupo en tercera persona, como el caso de Thania Vega con Alfonso Plazas Vega.
Paradójico que senadores que tienen votos propios y de sobra para hacerse elegir como José Obdulio Gaviria o Alfredo Ramos sean precisamente los que defienden la lista cerrada, pensando en los intereses superiores y en la cohesión del partido.
El que vota por Centro Democrático prefiere votar en lista cerrada por Uribe, en primer lugar, y por los que él diga que quiere que lo acompañen.
Funcionó en 2014 cuando nadie los conocía como senadores, entonces por qué ahora van a poner al electorado a buscar caciques justo después de las fracturas que quedarán luego de la elección del candidato presidencial. Por eso, la lista abierta riñe y acaba con una bancada realmente de Uribe para 2018-2022.