En la ciudad de Cali está ubicado este taller, que desde 1934 nace para empezar a iluminar con sus carteles las calles de la capital vallecaucana y del país, pero sus inicios se remontan años atrás, cerca de 1915, en el proyecto de la creación de un diario editorial en el que una de sus publicaciones más importantes fue en 1949, en la que se conmemoraba el primer año del magnicidio del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán.
Esta imprenta litográfica, desde el barrio San Antonio en Cali, trabaja con sus máquinas que datan alrededor de 1880, y desde la década de los 60 continua en la creación de sus carteles con técnicas de grabados, linóleo y el uso de tipos móviles y que es la última imprenta tradicional en el país.
En los años 80 La Linterna abrió las puertas en Bogotá para iluminar con sus carteles las calles de la capital y fue su mejor época, sacando piezas publicitarias de artistas de talla internacional que llegaban a Medellín, Bogotá y Cali como Metallica, Guns And Roses, Elton Jhon.
Con la prohibición de los carteles y la llegada de la nueva era, La Linterna casi apaga su luz. Fueron dos sucesos que se dieron permitieron que no apagara su luz, uno de ellos era que ya que no había cómo poder pagar honorarios, y los maestros Franco, Otálvaro y Jaime García llegaron a un acuerdo con el último dueño del taller, Andrés Verón Sinisterra, quien les entregó las máquinas, las tipografías y todo lo que estaba a disposición como parte de pago de lo que les debía.
Ahora, los tres maestros impresores son los propietarios de La Linterna y el arte salvo este taller gracias a unos diseñadores que la encontraron y le dieron un nuevo impulso para que la linterna tuviera nuevo brillo en esta era de las comunicaciones.
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