Existe en Facebook un grupo denominado “Denunciemos a los ladrones de Bogotá”, la iniciativa es buena, la información y los administradores también. No obstante, los comentarios que surgen en aquella página son propios de grupos que hacen apología al genocidio, a la venganza personal, a la anomia, a la violencia en las calles, a la violación a los derechos humanos y a la delincuencia organizada.
En esa página se ven mensajes del siguiente calibre: “Hasta no crear grupos de limpieza social...y tomar justicia por nosotros mismos.” Menciona un usuario, “Amigo que me diga algo a mi para levantarlo a plomo y mejor así con eso me da sus datos por este medio” menciona un usuario que en su perfil indica trabajar en la Infantería de Marina. Es aterrdor ver a integrantes de las Fuerzas Armadas amenazando con tomar represarías mano a mano, ¿Nos estamos enfrentando a los falsos positivos 3?
“Definitivamente hace falta una buena limpieza social en la ciudad. Con esas caras no es difícil adivinar si son buenos o malos” Comenta otro usuario.“Me parece lo del grupo de limpieza, cuando la ley no hace nada, la ciudadanía debe actuar, y el derecho a la legítima defensa debe proceder.” Concluye un comentarista.
No justifico en ningún caso el delinquir de los ciudadanos y tampoco creo que la solución esté en crear un conflicto mayor. La solución debe estar en el poder judicial y no en el poder de un gatillo. La página, sus administradores, sus informes y demás son excelentes; pero los comentaristas no, la limpieza social se está gestando en este grupo, las personas se están organizando para tomar la justicia por sus manos y vulnerar los derechos humanos de diferentes personas a diestra y siniestra. Las autoridades están fallando y este tipo de personas se están agrupando, no para informar ni para realizar un escarmiento público, ni informar a la comunidad sino con intensión de asesinar a otra persona. ¿Qué tiene de diferente una banda de asesinos a una banda que busca asesinar asesinos?
Realmente, creo que nos tenemos merecidas las miradas custionables en los aeropuertos internacionales, las requisas al mostrar el pasaporte colombiano, la discriminación de la población mundial, porque ellos sí entienden algo: el camino no es la violencia. Ah, eso sí, un extranjero hace una crítica constructiva sobre el país y el comentario con más likes es “Simple y sencillo, balazo y pa’l rio”.
Pobre Colombia con estos colombianos adictos a la sangre.