Cuando James salió contra Senegal, el alma se nos vino al piso. El más preocupado parecía el propio jugador. No es la primera vez que el diez tiene un problema en su sóleo izquierdo, la molestia que ha encendido las alarmas dentro de la selección. Todos recuerdan ese octubre del 2016. James Rodríguez hacía su calentamiento en la cancha. Después de mucho esfuerzo y buenos partidos se había ganado de vuelta la confianza de Zidane quien volvía a ponerlo de titular. De pronto, un jalón en su gemelo derecho lo detuvo. Pidió atención médica. La evaluación en el camerino determinó que su gemelo derecho se había resentido. Decían que era cansancio, que solo para prevenir James debería quedarse en el banco de los suplentes. El tiempo de recuperación fue de quince días.
Desde ese momento James supo que su punto débil eran los gemelos. Hoy, dos años después, a escasos cuatro días de debutar contra Japón en su segundo mundial, los viejos fantasmas reaparecen. James Rodriguez lleva dos días seguidos sin entrenar con el equipo. Al principio decían que solo era fatiga muscular pero con el correr de la tarde se ha detectado que es una molestia en el soleo del gemelo izquierdo.
Ya le había pasado con el Madrid en diciembre del 2014, en su primera y gloriosa temporada con el equipo merengue. Otra vez el sóleo del gemelo izquierdo y sus molestias. Esa vez fueron tres semanas. En enero del 2017, su última con el Real Madrid, durante un entrenamiento, el sóleo de la pierna izquierda le tironeó una vez mas. Fue un mes de inactividad. En el Bayern, a comienzos de año, la misma maldita lesión lo marginó unos cuantos días.
En el interior de la selección hay preocupación. El sueño de todo un país es ver juntos en octavos del mundial de fútbol a James y a Falcao, los dos mejores jugadores de nuestra historia. El tiempo juega en contra del cucuteño quien llega al mundial en su mejor estado de forma, formando parte de la selección ideal de la Champions League. Hay que esperar pero también hay que estar preparado para lo peor
