Con el caminar permanente de los jóvenes “del afecto”, como dice un amigo para hablar de la Legión, hemos logrado hacer una lectura inicialmente visual del territorio que habitamos: el Valle de Aburra ahora circundado por un macroproyecto de “cinturón verde” que pretende disfrazar o más bien desplazar los cinturones de miseria que caracterizan la pujante capital antioqueña. Se han erigido pues en las comunas nuevos edificios en zonas que pasan de ser “de alto riesgo” a zonas de alto costo. Edificios que son barrios dentro de otros barrios.
Y es que las constructoras y cementeras están viviendo un boom de cuenta de los programas del gobierno de viviendas gratis. Cemento para arriba, edificios para abajo y para todos los lados; Medellín se transforma y se deforma de cuenta de un auge de la construcción que pretende mostrar la ciudad como innovadora e, incluso, sostenible. Sin embargo, en el viaje a pie por los barrios altos de la ciudad, y en los diálogos con las familias que habitan los “nuevos edificios”, la realidad es otra, y es múltiple como las voces que la narran.
Familias de todos los barrios y regiones, gente desplazada del campo y que habita en lugares de “alto riesgo” en la ciudad, o reubicadas bajo la modalidad de arriendo en otros barrios, fueron llamadas de un día para otro con la grata noticia de que ya tenían vivienda propia. La noticia fue grata para algunos, cuentan personas de los edificios de la Cruz, comuna 3, hasta que les dijeron dónde iban a ser reubicadas, y apenas las personas manifestaban descontento les sentenciaban: “o las toman o las dejan”. Cuenta también indignada Diana, de la misma Cruz, comuna 3, que un funcionario del ISVIMED en reunión reciente convocada por la comunidad para denunciar unas grietas y humedades en varios puntos de los edificios, les planteo en un ataque de realismo paisa que “esos edificios se van a caer en treinta años”.
El caso es que la vivienda propia para las familias reubicadas es algo que les hace sentir bien. “Ya por lo menos hay techo”, dicen. “Ya no le temo tanto a los aguaceros”. “Acá nos metemos toda la familia y estamos tranquilos por tener un lugar donde vivir”. Sin embargo, la vida cotidiana en este tipo de viviendas se comienza a tornar difícil por un asunto que va desde lo físico-espacial (hacinamiento, poco espacio para el encuentro y el esparcimiento), pasa por lo económico (desempleo, altos costos en las facturas de servicios públicos, pocas opciones de bajar al centro de la ciudad para el “rebusque”), y “estalla” en lo social: desconfianza y desinterés por el vecino, dificultades de convivencia porque el otro es un “desconocido de otro barrio”, o porque es marihuanero y “fuma en los edificios como si fuera en su antiguo barrio”.
La Legión del Afecto ha tenido el acierto y a la vez la aventura de ir a escuchar a las familias reubicadas en tres complejos de viviendas subsidiadas en su totalidad Esto son: La Cruz, comuna 3, Cantares, entre San Cristobal y Robledo y Ciudad del Este, comuna 8. Cada uno de estos territorios es un universo kafkiano donde las personas buscan establecerse sin dejar de plantear inquietudes ante la ley que para ellas son todos: ISVIMED, Min. De Vivienda, ciudad y territorio, planeación, EDU, Policia, y a la hora de resolver asuntos prácticos la ley no es ninguno. Las inquietudes planteadas por las comunidades las hemos escuchado y aquí las planteamos como relatores que somos:
-“¿Por qué no nos prepararon antes de meternos acá como ganado viejo para el asunto de la convivencia y los requerimientos básicos de la propiedad horizontal?”
- “¿Por qué nos mandaron para lugares tan lejanos de donde vivíamos antes, y sin nuestros vecinos de toda la vida?”
- “¿Quién responde por los agrietamientos, humedades y fallas en las viviendas?”
-“¿Por qué nos subieron el puntaje del Sisbén y nos cobran tanto por los servicios públicos, como si fuéramos ricos?”
-“¿Para que nos sacan de supuesto alto riesgo cuando nos van a meter a otro lugar que también tiene alto riesgo con grietas, humedades y barandas mal pegadas?”
-“¿por qué los vigilantes de los edificios solamente cuidan los apartamentos desocupados y la policía solamente aparece en esos eventos políticos, cuando viene alguien importante, a dar cara y no más?”
-“¿Por qué meten tanta gente en esos edificios sin construir puestos de salud y escuelas para tanto niño?”
- “Hay mucha gente acá que aguanta hambre, ¿dónde están las oportunidades laborales y de estudio que ayuden a prevenir violencias que cada rato estallan?”