¡Idiotas fuera de la política!
Los antiguos griegos llamaban idiotés a todo aquel que no se ocupaba de los asuntos públicos sino de sus propios intereses, de allí el origen de la palabra idiotez o idiota.
Hoy en día estar fuera de lo público y de la política es casi sacrílego. Sin embargo, hacer política no es limitarse a votar, hacer política es más bien hacer gimnasia mental para reconocer los intereses superiores de la sociedad, sacrificar el bienestar propio por el de los vulnerables; llegar a un cargo público no es un trofeo sino una responsabilidad, es un reto con la sociedad y el Estado donde la meta es transformar vidas.
No se trata sólo de ayudar a los pobres sino de sacarlos de la pobreza, no sólo material sino también de la precariedad mental que es tal vez el mayor combustible más fiable de los tiranos.
Nicolás Cristof, el mejor editorialista de el The New York Times renunció hace unos días a su cargo después de 40 años, es uno de los periódicos más importantes del mundo.
Después de cubrir los genocidios más aterradores de los que puede dar cuenta la humanidad, después de ver cientos de mujeres africanas violadas por rebeldes, después de ver a una mujer negra que sin pisar una escuela se convirtió en una de las mejores obstetra del mundo, después de ver a Red Wanding escribir en papel higiénico desde la prisión dos tratados sobre Derechos Humanos; después de ver a la mitad de los compañeros de colegio con los que viajaba en el autobus sumidos en las drogas, en el alcohol y víctimas del suicidio en su pueblo natal decidió ingresar en la política para ser candidato a la Gobernación de su Estado, convencido de que no se puede ser solamente un maniquí expectante en temas de interés público, sino una figura dinámica con capacidad transformadora.
Aventurarse en la política es cumplir con la sociedad, no importa si es de izquierda, derecha, de centro, el diálogo y el lenguaje que son los elementos humanizadores por excelencia, los que nos diferencian de otros seres vivientes, deben ser el sustento de la política, la violencia, la descalificacion y la polarización son retardatarios en el mundo moderno.