La revelación de las millonarias bonificaciones a siete de sus directivos, con el holandés Anko van der Werff a la cabeza forzó a los socios mayoritarios de la compañía emitir este documento para justificar la decisiones. Parte de su argumento es la necesidad de retener a los directivos durante el tiempo en que se esté en el capítulo de quiebra de Nueva York y evitar una desbandada en plena crisis y declaratoria de quiebra.
La explicación no parecería dejar tranquilos a los equipos operativos de todos los niveles de Avianca que llevan meses trabajando con una reducción del 22% de sus salarios, mientras muchos han tenido que tomar licencias no remuneradas prolongadas hasta de 1 año y otros cientos han sido despedidos por causas de "fuerza mayor". Esta es la comunicación que han hecho circular los accionistas que controlan la aerolínea.
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