La primera movida de Peñalosa para asegurar la llegada de Astrid Álvarez, la gerente de su campaña, a la presidencia de la Empresa de Energía de Bogotá (E.E.B.) fue cambiar la junta directiva que quedó mayoritariamente integrada por: Alberto Gutiérrez Bernal, María Margarita Rehbein, Jaime E. Ruiz Llano, Gisele Manrique Vaca, Antonio José Núñez Trujillo, funcionarios de su administración con la secretaria de Hacienda Beatriz Elena Arbeláez a la cabeza. Los miembros externos con voz y voto son el delegado del alcalde, exdirector de Planeación, Jaime E. Ruiz Llano; Gustavo Ramírez Galindo representante de Corficolombia y Porvenir y Rafael Herz Stenberg como vocero de Protección Pensiones y Cesantias. Los nuevos miembros poco conocen del sector eléctrico razón por la cual se realizará un plan de inducción que empezó el mismo día de la junta con una larga reunión de tres horas. El debate en esa primera junta giró entorno a la cuantía de la indemnización y no a la necesidad de evitar el gasto y darle continuidad a una empresa estratégica que completaría 4 presidentes en 4 años.
La junta directiva de la EEB que aprobó los $1.400 millones que costó la entrada de Astrid Álvarez
Cinco funcionarios y tres externos entre los que se encuentra el exdirector de Planeación obedecieron la instrucción de Peñalosa