De una manera incauta, Millicom se hizo con las telecomunicaciones de Medellín, solo con aportar 49 millones de pesos pudo hacerse con Ola Colombia Móvil y UNE-EPM Telecomunicaciones. Solicitaron préstamos a las mismas compañías con las cuales se habrían de quedar, que muy generosamente accedieron a realizar, y que hoy tiene en un limbo jurídico a UNE-EPM, ya que esta entidad no cuenta con personería jurídica. Con la complicidad local de mandatarios como Aníbal Gaviria se le entregaron las telecomunicaciones a extranjeros que tienen una empresa de papel. Esta es la trama de cómo desapareció UNE-EPM y sorpresivamente cambió su marca a TIGO.
Quien ha seguido de cerca los hechos, investigando y mostrando lo que ha ocurrido en la entidad es el exconcejal de Medellín, Gonzalo Álvarez Henao, quien cuenta cómo en la ciudad se ha establecido un pacto del silencio para que en los medios de comunicación o en la ciudad no se debata sobre este tema.
Mediante una acción popular que viene avanzando en el juzgado sexto administrativo de la Fiscalía, invocando la protección a los derechos e intereses colectivos, acusa que hubo violación al derecho constitucional colectivo al patrimonio público, a la moralidad administrativa y del acceso a los servicios públicos de las telecomunicaciones.
Este caso se remonta a 2003, cuando el alcalde de Medellín, Luis Pérez Gutiérrez, y Antanas Mockus, alcalde de Bogotá, crearon a Ola Colombia Móvil, como socios con el 50 % EPM y 49,999 % la ETB.
“Según la información suministrada al Concejo de Medellín por el presidente de UNE EPM, la capitalización de Millicom a Colombia Móvil se realizó el 2 de octubre de 2006. Esta información resulta muy curiosa porque el crédito de 362.000 millones de pesos, según la información, fue estructurado el 2 de octubre de 2006 y ese mismo día figura en algunos papeles una capitalización de 300 mil millones de pesos, pero no se tiene registro de la cuenta en la que fueron depositados”, aduce la acción popular.
Tanto así que personajes tan particulares en la política como Francisco Santos Calderón, exvicepresidente, y el exgobernador y exalcalde de Medellín, Luis Pérez Gutiérrez, denunciaron que Millicom había estafado a la ETB y a EPM. Estas son algunas de sus acusaciones.
Con el título: '¿Robo del siglo o mal negocio?', Francisco Santos aseguró en su artículo de prensa: “El acuerdo con la compra de Ola por parte de Tigo era que deberían pagar 300.000 millones a los pocos meses y 846.000 millones en tres años. Tigo quedó con el 50 % y una acción, lo que le dio la mayoría. Primera pregunta, ¿cuánto se cobró por la prima de control? Al parecer nada. Al poco tiempo Tigo pidió 360.000 millones prestados a la ETB y a EPM para pagar su primera cuota. Hasta hoy, y hay un lío de información, no ha pagado ese préstamo y quiere una refinanciación casi cinco años después. La otra cuota, al parecer, tampoco la han visto las dos empresas nacionales (…) No sé si lo de Tigo fue un robo descarado o un pésimo negocio. Lo único claro es que hay muy poca información y el seguimiento de los entes de control ha sido nulo. Medellín les regaló a los dueños de Orbitel 80 millones de dólares. Ojalá no pase lo mismo con UNE”.
Por su parte, Pérez Gutiérrez manifestó lo siguiente: “EPM le prestó 181.000 millones de pesos a TIGO en octubre de 2006 para pagar en dos años, como si EPM fuera un prestamista. A EPM le aplazaron hasta 2015 ese pago, nueve años más. Suena raro que EPM sea tan generosa con una empresa inmensamente rica, como se presenta a Millicom, y sea tan cicatera con los ciudadanos de Antioquia. Cuando alguien de escasos recursos deja de pagar la cuenta de servicios lo embarga, le cortan, le cobran intereses de usura y hasta le rematan la casita (…) Tal parece que para burlar el artículo 60 de la Constitución Política y la Ley 226 de 1995, no pagar impuestos a la nación y poder materializar la estafa se inventaron el cuento de la adquisición del 50 % más una acción de Colombia Móvil, utilizando la figura de la capitalización. Millicom se apoderó también de UNE-EPM Telecomunicaciones, utilizando la figura jurídica de la fusión sin aportar un solo peso. Repitió la misma fórmula en los dos casos distintos”.
Los honorables concejales de ese entonces, presionados por la administración de EPM y por la multinacional Millicom protagonizaron hechos que dejan mucho que desear para una entidad que supuestamente hace veeduría y control político.
Lo único que tuvo que aportar Millicom para quedarse con el conglomerado de las telecomunicaciones fueron 49 millones de pesos, pues este es el aporte que aparece registrado en la escritura 2 471 de 14 de agosto de 2014, en la página 28 de dicha escritura que se lee:
El Grupo Sarmiento Angulo y Santo Domingo, por su parte, reclamó de manera injustificada el pago de 5 millones de dólares que quedaron condicionados a cambios en la empresa UNE-EPM Telecomunicaciones S. A. Este dinero fue pagado sin el cumplimiento de las causales del contrato firmado entre EPM y los aludidos gremios económicos. Aquí se encuentra la prueba:
Los extranjeros Marcelo Cataldo Franco, José Leopoldo Gutiérrez y la colombiana Ana Marina Jiménez Posada han estado aprovechando que UNE-EPM Telecomunicaciones S. A. no tiene existencia jurídica ni está sometida a control por parte del Ejecutivo y a los órganos de control para vender todos los bienes muebles e inmuebles, los vehículos, las torres, y por último, el cableado de cobre de propiedad del municipio de Medellín que es el dueño de EPM. A los usuarios de la telefonía fija los dejaron sin servicio de teléfono y cuando estos reclamaban les manifestaban que los cables estaban siendo robados por la delincuencia común, pero nosotros y muchos usuarios los hemos descubierto con las manos en la masa. Los cables los desmontan muchos trabajadores a los que les ponen el uniforme de Tigo. Por eso, quienes han estudiado el caso aseveran que esta empresa no tiene acciones para vender y que simplemente con el actual acuerdo que se debate en el Concejo de la ciudad, se pretende legalizar la estafa.
“Aclaramos que TIGO no es una empresa sino una máscara que se pone Millicom para estafar a los estados en que hace presencia. En las imágenes se puede apreciar cómo desmontan los cables, los pican y los suben a un vehículo para ser trasladados a una bodega que tienen en Bello, Antioquia. Como en reiteradas ocasiones se los hemos manifestado, EPM no cuenta con ninguna facultad para intervenir en temas de UNE-EPM Telecomunicaciones”. Aquí está la prueba, asegura Gonzalo Álvarez:
Los hábiles, para no decirles estafadores directivos de Millicom, como se dieron cuenta que los habían denunciando ante la Fiscalía General de la Nación, por suplantación de identidad por estar utilizando una escritura que no les pertenece y el uso indebido de dineros públicos, dejaron de lado a UNE y pasaron los pocos activos que le quedaban a Millicom por medio de su instrumento conocido como TIGO. Aquí está la prueba:
Ante la apatía de la opinión pública y la ciudadanía en general, se le olvida que esto trajo consecuencias como: aumento de tarifas en los servicios públicos, menos inversión social para los programas públicos de todo tipo y menor posibilidad de ofrecer telefonía, televisión e internet con mejores precios; solo porque nuestros dirigentes lo permitieron y unos voraces “empresarios” extranjeros rapaces se lo apropiaron.
Ante el Concejo de Medellín, el excabildante dijo lo siguiente que hace más tragicómico el asunto: “El proyecto de acuerdo 065 es un concierto para delinquir. No aparece ni en una escritura ni en un documento público certificado por TIGO, que es el dueño de las telecomunicaciones. Le dijimos que teníamos información al anterior gerente, que quienes aparecen como representantes legales de Millicon son: uno es dueño de una fotocopiadora, otro es un mensajero, una señora que hace el aseo y otro es un habitante de calle”.
Aparecen dos obras de teatro, como la venta de las acciones de UNE e Hidroituango, donde figuran los mismos actores: Juan Esteban Calle, quien es hoy un digno presidente de Argos y Aníbal Gaviria, quien hoy funge como el gran gobernador de Antioquia. Nuestra sociedad antioqueña, que dice ser tan pujante y verraca, es muy hábil para luchar por sus intereses individuales, pero resultan tremendos cobardes cuando tienen que pelear por nuestros intereses colectivos.
Para entender todo lo que ocurrió, les recomendamos leer la acción popular:
https://docs.google.com/document/d/18ns1RsV77vLe1JTADlyDowYMm7OSZXGH/edit?rtpof=truen
https://www.youtube.com/watch?v=c2hQLomCQ9E