La revista Science publicó hace unos días el estudio más grande que se ha realizado hasta la fecha sobre la relación entre la genética y la orientación sexual. En él se concluyó que no existe un único "gen gay" o un gen que determine la orientación sexual, incluyendo la heterosexual, sino varios genes que pueden relacionarse con la atracción hacia personas del mismo sexo, a lo que se le añaden factores epigenéticos y ambientales. Se afirmó incluso que si la homosexualidad no está determinada genéticamente, eso no significa que no sea de alguna manera una parte innata e indispensable de la personalidad de un individuo.
Dicho estudio fue distorsionado por muchos medios de comunicación en sus titulares, inclusive por El Espectador, cosa que me dejó pasmado al ser este un medio supuestamente liberal y antiprejuicios y discriminación. Titulares como No existen genes gays y No existe gen homosexual inundaron las redes sociales. Dichos titulares se alejan de la realidad del estudio, fomentan la discriminación, la ignorancia y refuerzan los prejuicios de los sectores conservadores y fundamentalistas, quienes siempre han apelado a la cuestión de la genética para decir que los homosexuales se ''hacen'', ''tienen problemas psicológicos'' o son ''antinaturales''. Es una irresponsabilidad inmensa, sobre todo porque gran de la gente que ve la noticia en redes sociales se limita al titular.
Lo cierto es que la ciencia no ha podido descubrir el origen de la homosexualidad y la heterosexualidad. No existe un gen heterosexual. Nadie sabe lo que hace que una persona tenga una orientación sexual determinada. Y ahí radica la irresponsabilidad de los medios, enfocar esta cuestión a la homosexualidad, como si se supiera el origen de la heterosexualidad o como si hubiese un gen de esta, lo que da a lugar a conclusiones erróneas por parte de los grupos religiosos, conservadores y homófobos.
Los medios tampoco hacen énfasis en que más allá de que la orientación sexual sea genética o electiva, nada justifica la discriminación, el odio y las agresiones porque una persona ama a otra de su mismo sexo. En resumidas cuentas, los medios de comunicación deben ser muy cuidadosos con sus titulares, los cuales pueden tener implicaciones peligrosas para muchos grupos poblacionales.
No existe el "gen gay": Concluyen que la genética no determina la orientación sexual