Hoy en día poco tratamos el uso desmedido de los celulares y redes sociales, vivimos una realidad virtual o tenemos cientos de amigos a través del Facebook de los cuales muchos no son conocidos. Sin embargo, este fenómeno va en crecimiento y parece no tener límite.
Resulta sorprendente cómo se viraliza un video o información gracias a las redes sociales y peor aún, el desespero de algunas personas por ganar un rato de fama haciendo locuras, más conocidas como “retos” para llamar la atención de un público cada vez más exigente y/o vulnerable; no puedo negar que algunos de estos videos son divertidos.
Un nuevo oficio está de moda, personas del común, modelos, políticos y profesores lo ejercen sin restricciones: Youtuber. Cabe resaltar que para ser Youtuber se necesita talento y no solo belleza, como algunos pensarían. Muchos de ellos tienen más seguidores y fama que actores o figuras públicas, porque a diferencia de estos últimos, se dedican a hacer videos con un mensaje especifico, con estilo único y fresco que llega a cualquier individuo. En mi opinión, un Youtuber es conciencia social (buena o mala) hecha persona. Por otro lado, no se puede desconocer lo rentable que resulta ser esta práctica.
YouTube define el pago por cada 1.000 visualizaciones verdaderas, es decir, el tiempo que el usuario dura viendo el video y de acuerdo con el flujo de publicidad 'online' en el país. Es así como el monto aproximado por cada 1.000 vistas es de US $ 10 en Estados Unidos y US $ 1,5 en Colombia (Álvarez, Suárez, Ríos, González y Cortés, 2015).
Volviendo al tema que me atañe, se escucha que todo tiempo pasado fue mejor, afirmación que valido de gran manera, pero hace 79 años el mundo fue testigo de la primera y única invasión extraterrestre que ha sufrido la humanidad, seres de otro planeta llegaron a la localidad de Grovers Mill, estado de New Jersey, Estados Unidos. El pánico fue tal que las personas se encerraron en sus casas y buscaron armas para defenderse (Cernuda, 2005).
La invasión fue real hasta que una vez finalizada la emisión radial el actor Orson Welles manifestó lo contrario.
Welles advirtió a los oyentes de que se trataba de una farsa al principio del programa, pero no volvió a hacerlo hasta 40 minutos después. Los expertos creen que gran parte de los oyentes no escuchó el comienzo de la función, puesto que la cadena de radio rival emitió en esos momentos el Show de Charlie McCarthy, el de más audiencia del país (Cernuda, 2005).
Al leer esta historia calificativos como incautos, ignorantes, o eso les pasa por solo tener radio y poca tecnología podrían venir a nuestra mente, pero con todas las facilidades que actualmente tenemos, resulta fácil caer en un engaño a gran escala. Ejemplos como este sobran, pero es de atención que lo que se sube a las redes sociales no tiene derecho a la defensa, a una segunda instancia, como se sube se queda, como se lee o ve se entiende, y se convierte en primera y única impresión sin beneficio de la duda.
El futuro de la sociedad no queda por fuera de esta coyuntura, la edad legal en Colombia para el uso de las redes sociales no es clara, pero la corte suprema mediante sentencia SP 9792-2015 facultó a los padres para revisar las cuentas de sus hijos siempre y cuando exista situación de vulnerabilidad (Semana, 2015).
No obstante, tal control se quedó corto al punto de observar a nuestros jóvenes inmiscuidos en problemáticas como el suicidio gracias al ciberacoso y bullying (también se presenta en adultos), males intangibles que destrozan la mente, mente producto de la realidad virtual, que se alejó de lo real sin saberlo, mente que le dio más importancia a un “me gusta”, a un emoticón y a un meme, olvidando lo hermoso de la familia, el poder de un te quiero, de un te amo, la sonrisa sincera , el abrazo o un apretón de mano.
Sin llevar a cabo un estudio minucioso para establecer cuantas personas interactúan constantemente en las redes sociales, puedo inferir que el número es alto y ni que decir del tiempo, estamos afrontando una o varias invasiones: a la intimidad, a la dignidad, al libre desarrollo de la personalidad, al criterio, a la opinión y próximamente cómo está evolucionando el proceso de “viralización” en su facilidad para convencer al colectivo. ¿Por qué no? Otra invasión extraterrestre.
Referencias:
Olalla Cernuda. (2005). El día que los marcianos cambiaron la historia de la radio. Elmundo.es. Fecha de consulta 130917. Recuperado de http://www.elmundo.es/elmundo/2005/06/27/comunicacion/1119887341.html
Álvarez, Suárez, Ríos, González y cortés (2015). El negocio de los reyes de YouTube en Colombia. El tiempo. Fecha de consulta 140917. Recuperado de http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-15233655
Semana 35 años. (2015). Las implicaciones de acceder al correo de sus hijos. Semana 35 años. Recuperado de http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-15233655